MAÑANA, ¿SERÁ OTRO DÍA?
Artículo de M. Martín Ferrand en “ABC”
del 02 de marzo de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
Cabe suponer
que, por las buenas o por las malas, la presente legislatura será la última con
un Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Por las buenas, el
presidente sobrevenido entre los efectos demoledores del 11-M no volverá a
presentarse a unas legislativas. La crisis que no supo ver venir le ha
desahuciado y, según titulaba ayer Diario de Cádiz, como conclusión de una
cábala demoscópica, «siete de cada diez andaluces creen que Zapatero no nos
sacará de la crisis». Por las malas, el líder socialista volverá a presentarse
y, salvo que la razón colectiva se dé a la fuga, el instinto de la
supervivencia democrática evitará su triunfo. Es decir, que para prospectar lo
que nos aguarda hay que partir de la confrontación entre Mariano Rajoy y el que
llegue a ser nuevo secretario general del PSOE, un nombre hoy por hoy
impredecible y al que, si la partitocracia operara en
razón del mérito, podría optar José Blanco, el ministro con menos estudios y
más capacidad y sabiduría de todo el Gabinete.
Tratar
de imaginar el futuro es una dedicación inocente, quizá benéfica, que se
justifica cuando el pasado nos empuja lleno de rencores y el presente es, por
inacción gubernamental, resignación opositora y desorientación autonómica,
tiempo muerto. De ahí surge la desesperación ciudadana. Mañana, ¿será otro día?
No, desde luego, si no se sientan las bases suficientes -constitucionales,
económicas, electorales, sindicales...- para que lo sea. Aun valorando el
mérito y la diferencia de los grandes artesanos, con los mismo mimbres e
idénticas limitaciones, el cesto tenderá a ser idéntico.
Al
pairo, como ha situado su escuadra Rajoy, no se cruza el océano y, dado el
limitado aprecio que el electorado viene demostrándole al PP, especialmente en
algunas circunscripciones, los de la gaviota tendrán que extremar su actividad
para hacer propuestas de redención económica de más calado y solvencia que las
que anuncia su líder y, en lo que cabe, desmenuzar las que apunta el
pluriempleado Cristóbal Montoro, más atento -como
tantas otras cabezas populares- a los asuntos propios que a los colectivos y de
interés general. Los andaluces, insisto, creen que Zapatero no puede con la
crisis y, siendo Andalucía el mayor vivero socialista, eso es significativo;
pero, ¿crece la confianza en Rajoy entre los desengañados del zapaterismo? Ahí, y en Javier Arenas, está el detalle.