*  ENTREVISTA A ARTUR MAS,

por Esther Esteban en “El Mundo” del 13 de julio de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado la entrevista que sigue para incluirla en este sitio web

 

«La financiación es ilegal en los plazos e insuficiente en los recursos para Cataluña»

Es la cara y la voz de Convergència Democràtica de Catalunya, el hombre que representa el nacionalismo más pragmático de este país. A Artur Mas no se le cae de la boca la palabra 'legalidad' y la enarbola una y cien veces para reivindicar un nuevo concepto de solidaridad. «Después del 'Estatut' se acabó la fiesta».

Cuando le preguntas de quién se fía más, si de Zapatero o de Rajoy, y a cuál de los dos le compraría un coche usado, ni duda ni titubea. «A ninguno. No son buenos tiempos para creer sin más en la palabra dada», señala, sin ocultar su escepticismo por el tipo de liderazgo que se ha impuesto en la política nacional. La entrevista, prevista inicialmente en Madrid aprovechando que tiene que participar en un desayuno de trabajo, se realiza finalmente por teléfono y se actualiza ayer mismo tras conocerse la propuesta del Gobierno en materia de financiación. El hecho de no estar cara a cara con la periodista no es obstáculo para mantener, durante la hora que dura el encuentro, un discurso firme, nacionalista y sin pelos en la lengua. «Zapatero intenta contentar a todos y al final consigue enfadar a todos», sentencia.

Pregunta.- ¿Cree en las promesas de Zapatero sobre la nueva financiación autonómica?

Respuesta.- En el tema de la financiación el crédito de Zapatero está a cero, agotado, es un crédito amortizado. No se cumplió la fecha del 9 de agosto del año pasado, que era la fecha que marcaba la ley. Y no parece importarle incumplir lo que haga falta.

P.- ¿Qué le ha parecido que el Gobierno haya cifrado la financiación adicional en 11.000 millones de euros, de los que Cataluña recibirá 3.855, según ha anunciado ERC? ¿Lo ve aceptable?

R.- Es una cifra que no cumple ni de lejos con el Estatut de Cataluña. No estamos de acuerdo ni en el modelo, ni en las cifras, ni en el calendario. Es una financiación ilegal en los plazos que fijaba el Estatut -el año 2011, y ahora se pospone hasta 2012- e insuficiente totalmente en los recursos.

P.- Bueno, pero Cataluña va a salir más beneficiada que el resto de las autonomías y otros presidentes están que fuman en pipa.

R.- La propia ministra Salgado ha dicho que la propuesta para Cataluña es idéntica a la que planteó Solbes en su día. Por lo tanto, yo me limito a defender los intereses de Cataluña, e insisto en que esa cantidad no es aceptable para este país.

P.- ERC, que parecía reticente, al final lo ha aceptado. ¿Ha primado mantenerse en el Gobierno a llegar a un acuerdo más satisfactorio de financiación?

R.- ERC ha hecho un paripé, una puesta en escena, para finalmente quedarse en el Gobierno. Está claro que han primado los intereses partidistas para mantenerse en el poder que los intereses de Cataluña. La postura de ERC ha sido un paripé inaceptable.

P.- ¿Y ustedes qué cifra consideran aceptable?

R.- La cesta de impuestos pactada en el Estatut nos da el 50% del IVA, el 50% del IRPF, el 58% de los impuestos especiales y el 100% de todos los demás a excepción del impuesto de sociedades. Esa cesta, en ese año 2009, con cifras del Gobierno tripartito, nos daría más de 5.000 millones de euros, y esa cifra está puesta en la ley. En CiU no vamos a aceptar ningún acuerdo de financiación que no dé esta cifra en el tercer año de aplicación, que es cuando lo marca el propio Estatut. Si CiU gana las elecciones el año que viene, como no hemos dado el visto bueno a este acuerdo, pediremos su revisión.

P.- El presidente del Gobierno había dicho que el nuevo modelo colmaría las necesidades de Cataluña, pero le ha dicho lo mismo a Andalucía y al resto, y eso no cuadra, ¿no?

R.- El problema es que Zapatero le dice a todo el mundo lo que quiere oír, y al final puede ocurrir que en vez de gustar a todo el mundo, todos se sientan engañados. Pero en nuestro caso, el Estatut se votó en el Parlamento español y obliga a recomponer y a modificar la solidaridad territorial en España. En la financiación territorial, cuando se aprobó el Estatut, se acabó la fiesta, la de la solidaridad mal entendida, que es que unos pagan mucho más de lo que debieran y otros reciben mucho más de lo que debieran.

P.- El problema es que no hay dinero para ninguna fiesta, ¿no?

R.- Zapatero está poniendo encima de la mesa un dinero que no existe porque todo son deudas, pero aún así el pastel que ya se reparte hay que repartirlo de forma distinta.

P.- ¿Está diciendo que hay que acabar con la solidaridad interterritorial? Porque eso sería tremendo…

R.- No digo eso. La solidaridad debe continuar, pero una solidaridad bien entendida, ajustada a las capacidades de los que ponen dinero en el sistema: Cataluña, Valencia, Baleares, etcétera. Esos territorios deben poner dinero para la sanidad, la educación y los servicios sociales. Para todos lo demás, las reglas del reparto del dinero, hay que revisarlas. Pero no sólo del dinero nuevo, que serán deudas, también del dinero existente. Ése es el punto clave.

P.- ¿Y si no hay dinero, cómo va a resolver el Gobierno el sudoku de la financiación?

R.- Todo lo que va a poner el Gobierno de dinero nuevo encima de la mesa no es dinero, son deudas. El Estado no tiene dinero, ni para eso ni para casi nada, porque tiene un déficit cercano al 9% de su riqueza anual, que es uno de los déficits más altos del mundo y de la UE. Aunque si estamos endeudados hasta las orejas, hay que poner algo más de dinero para el nuevo modelo de financiación, y en el caso de Cataluña, tenemos una ley bilateral, que es el Estatut, que hay que cumplir.

P.- Pues el resto de las autonomías está en pie de guerra…

R.- Sí, pero la fiesta se ha acabado. Eso de que unos pagan y otros reciben, y los que reciben acaban viviendo mejor que los que pagan, se ha acabado. A esto le puso fin el Estatut de Cataluña. Y si el Estatut se lo pasan por el forro, tenemos un problema grave de convivencia y de credibilidad entre Cataluña y España.

P.- ¿Y qué pasa si el Constitucional descafeína el Estatuto? Porque tres años de demora son muchos, ¿no?

R.- La demora del Constitucional con el Estatut es bochornosa y difícilmente justificable. Llevan más años elaborando la sentencia que años estuvimos haciendo el Estatut y tramitándolo. Pero lo que está claro es que esta sentencia puede marcar un antes y un después en la estructura del Estado español, y también en la relación entre Cataluña y el conjunto del Estado.

P.- ¿Su objetivo último como nacionalista es que Cataluña se independice de España?

R.- Yo siempre he hablado del derecho que tienen todos los pueblos del mundo a decidir su futuro, y el catalán también. Si Cataluña es una nación tiene derecho a decidir su futuro. Yo no pongo límites.

P.- ¿Usted se siente cómodo en el traje de España o le aprietan las costuras?

R.- Ha habido momentos en que el traje apretaba tanto que casi te ahogaba, y otros momentos en que el traje te iba más ancho. Ahora el traje de España me vuelve a apretar mucho, y según sea la sentencia del Constitucional ya veremos.

P.- ¿Cree que Zapatero nos lleva a la ruina, como sostiene el PP, o exageran?

R.- Yo creo que Zapatero va dando tumbos, no tiene una línea clara y no genera la confianza que debería. Da la sensación de que son más espectadores que actores comprometidos. Mucho cálculo de geometría variable, pero al final nos están metiendo en una ecuación casi insoluble. Zapatero y el Gobierno son como un navegante que va a la deriva. Roosevelt dijo que lo mejor que puedes hacer es acertar, lo segundo mejor que se puede hacer es equivocarse, y lo peor es no hacer nada, que es lo que está haciendo Zapatero. Debería aplicarse la lección.

P.- Algunos creen que la crisis se va a llevar por delante a Zapatero, pero tres años en política son una eternidad, ¿no?

R.- Tres años son muchos, pero el Gobierno va a quedar tocado, muy tocado después de esta crisis, sobre todo porque da la sensación de que no está dispuesto a arriesgar. Y quien no arriesga no gana, y eso se paga. Zapatero pagará una factura altísima por su mala gestión de la crisis.

P.- Cambiando de asunto. ¿CiU ha tenido la sartén por el mango en la aprobación de la Ley de Educación catalana?

R.- CiU no ha pretendido mandar, pero sí influir. Prácticamente hemos obtenido entre el 80 y el 90% de nuestros objetivos. Ha sido un gran éxito para nosotros, y para Cataluña, porque se ha dado un ejemplo de madurez política.

P.- ¿La ley no fomenta la desigualdad entre los catalanes y viola derechos fundamentales protegidos por la Constitución?

R.- Ésta es la cantinela de siempre, y es absurda. La Ley de Educación catalana no viola ningún derecho fundamental. En la escuela, ni en España ni en Cataluña el problema no es ni el catalán ni el castellano. El problema nuestro en la escuela es el inglés. Hasta que los carpetovetónicos no se den cuenta de eso vamos a seguir en el circo del catalán y el castellano.

P.- ¿Y por qué se empeña en negarle a los padres el derecho a que sus hijos estudien en castellano?

R.- Es que sus hijos estudian en castellano, ésa es una premisa falsa. Los niños estudian en castellano y en catalán. Cuando se acaba la enseñanza obligatoria los chicos catalanes se examinan, como todos, y sacan en castellano incluso mejores notas que el resto de España. Eso son pruebas objetivas. El tema de la lengua quiere convertirse en un circo por otro tipo de intereses.

P.- ¿Qué le ha parecido la llamada de ERC a sacar la estelada, la bandera independentista, al paso del Tour por Cataluña?

R.- La expresión es libre. Hay gente en Cataluña que se identifica con esta bandera y no pasa nada. No es ningún delito, es un sentimiento. Aquí a veces convertimos los sentimientos en delito, y no se trata de eso.

P.- ¿Cuál es su bandera?

R.- La catalana.

P.- ¿Y la española?

R.- Por sentimiento me identifico con la catalana, pero no por eso paso a ser un proscrito. Yo no dejo de respetar la bandera española, aunque no la siento como mía.

P.- Oiga, ¿usted cree que Camps debe dimitir por haber dejado de pagar cuatro trajes y un par de zapatos?

R.- Yo veo con reticencia estos juicios públicos que parecen casi circos romanos. Al señor Camps ya le han convertido en un delincuente antes de ser juzgado, y ése es un peaje de las democracias modernas, pero no nos lleva a ningún sitio. Pensaba que la presunción de inocencia era lo que valía, y resulta que lo que vale es la presunción de culpabilidad. Ahora hay que demostrar que uno está libre de culpa, y eso es muy peligroso. Dicho esto, creo que, si ha habido ilegalidades, el señor Camps debe ser juzgado. Lo que no se puede hacer es convertirle en un delincuente cuando el tema no ha entrado aún en los tribunales.

P.- ¿Y no hubiera sido mejor reconocer, si es que ha sido así, que le han regalado los trajes en vez de mentir a la opinión pública?

R.- Si el problema son cuatro trajes, desde luego lo mejor es reconocer que te los han regalado. No se puede ser hipócrita, porque estamos en una sociedad donde se regalan cosas, que pueden tener un valor relativo. Y eso no significa que se compren voluntades. No es lo mismo que te regalen un coche o un piso que unas botellas de vino.

P.- ¿Habría que acotar la figura del cohecho impropio, para no estar todos bajo sospecha?

R.- En este asunto, o lo cerramos del todo, en un sistema como el de Dinamarca, donde se prohíbe que se envíen y se reciban regalos por parte de gente que tiene cargos públicos; o, si no, lo que hay que aplicar es el sentido común, que dice que lo que no puedes aceptar es un regalo que tenga consecuencias. Lo que no se puede hacer es transformar cualquier regalo que se reciba en un soborno, o en un delito de cohecho.

P.- Viendo la trayectoria de Rajoy, ¿usted se fía ahora más o menos de él que en la anterior legislatura?

R.- El problema no es una persona, es una organización. La pregunta es: ¿el PP es más de fiar y va a cambiar de actitud respecto a Cataluña y a la estructura del Estado? Pues no lo sé, sinceramente. Tengo grandes dudas. El mejor profeta del futuro es el pasado. Yo no le doy un cheque en blanco ni a Zapatero, ni a Rajoy ni a nadie.