MANIOBRAS POLÍTICAS EN LAS BANDAS DEL PP
Artículo de Luis Miguez Macho en “El Semanal Digital” del 11.05.06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
11 de mayo de 2006. La batalla
mediática entablada entre Federico Jiménez Losantos, el popular periodista de la
COPE, y José Antonio Zarzalejos, director del ABC, nos depara en ocasiones
episodios de gran interés. En un artículo anterior me ocupaba de la publicidad
que Jiménez Losantos le está dando a Ciudadanos de Cataluña, con la intención de
azuzar al PP para que no se duerma en la defensa de la unidad nacional y de la
Constitución. Pues bien, ahora nos encontramos con una extraña maniobra del ABC
para remover las aguas a la derecha del PP.
Quien escuche a Jiménez Losantos sabrá que se opone con vigor a tales
experimentos, porque si una parte del voto de la derecha se desplazase a un
partido distinto del PP, éste perdería cualquier oportunidad de retornar al
poder en un plazo razonable. Cabe pensar que la posición del periodista es poco
coherente, porque el mismo argumento valdría para Ciudadanos de Cataluña. Sin
embargo, el PP podría eventualmente pactar con éstos, mientras le sería muy
difícil hacerlo con una fuerza situada a su derecha.
Que la aparición de un partido fuerte a la derecha del PP le interesa sobre todo
a la izquierda tiene un conocido precedente: la modificación del sistema
electoral francés por el difunto Mitterrand para favorecer al Frente Nacional de
Le Pen y consolidar de rebote el predominio del Partido Socialista. Con
semejante precedente, hay que preguntarse cómo es posible que los poderes
fácticos tradicionales del centroderecha español, en pleno desconcierto por el
protagonismo adquirido por la base social de este sector político, valoren
intentar algo parecido.
La respuesta es que creen que así facilitarán la vuelta al poder de un PP
"purificado", conforme al análisis político según el cual "las elecciones se
ganan en el centro", que va unido al prejuicio de que el centro de la derecha es
la izquierda. Si el PP soltase lastre por la derecha, volvería a la tierra de
promisión centrista y competiría con el PSOE por el electorado de éste.
Pero la experiencia francesa es muy ilustrativa. El Frente Nacional le ha
quitado tantos votos a la izquierda como a la derecha, y la estrategia diseñada
por Mitterrand sólo retrasó el desplome de socialistas y comunistas. Ahora bien,
uno de los factores que contribuye a la incapacidad de emprender reformas que
paraliza al país vecino es la existencia de un partido que reúne alrededor de un
15% de los votos, pero al que los demás marginan, que se ha demostrado incapaz
de trascender el discurso del descontento para construir uno de gobierno y que,
al final, sólo sirve de coartada para el inmovilismo de una sociedad decadente.
La alternativa en España a este tipo de maniobras es que el PP se siga
esforzando por albergar la pluralidad del centro y la derecha alrededor de unos
sólidos principios compartidos.