EL HORIZONTE FINAL DE UN "PROCESO" DESCABELLADO Y VERGONZOSO
Artículo de Luis Míguez Macho en “El Semanal Digital” del 13.07.06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
13 de julio de 2006. ETA acusa al
Gobierno de no cumplir sus compromisos, por no haber hecho cesar las detenciones
de terroristas y no haber legalizado a su brazo político. En descargo del
Gobierno, hay que reconocer que no es por falta de voluntad por su parte; es que
en un Estado de Derecho como el nuestro, aunque al Gobierno le corresponde
constitucionalmente dirigir la política interior y exterior del Estado, existe
algo llamado división de poderes, que impide que el Ejecutivo se identifique sin
más con el Estado y que, por ejemplo, pueda evitar que el Poder judicial cumpla
su función.
Así pues, las "revelaciones" sobre el incumplimiento por el Gobierno de sus
compromisos con ETA son la mejor demostración de que, en la polémica suscitada
por las declaraciones de Rajoy negándole a Rodríguez legitimidad para
representar al Estado en sus pactos con los terroristas, la razón le asiste al
líder de la oposición.
¿Es admisible negociar con una banda terrorista? Imaginemos que, viendo
imposible la consecución de sus objetivos, por una reflexión sobre la
inmoralidad de su lucha, o por ambos motivos, los terroristas estuviesen
dispuestos a pedir perdón a las víctimas y abandonar la senda del crimen.
Automáticamente, su brazo político pasaría a ser legal. Las medidas de
dispersión de los presos terroristas perderían su sentido, que no es añadir un
castigo adicional a las penas legalmente impuestas, sino prevenir la formación
de ghettos etarras en las cárceles que hagan imposible el cumplimiento por
dichas penas de sus fines. Finalmente, los terroristas que se arrepintiesen
podrían beneficiarse, como todos los criminales, de medidas de reinserción.
Está claro que no nos hallamos en estas circunstancias. El "alto al fuego
permanente" de ETA no es producto del arrepentimiento, ni siquiera de la
voluntad de abandonar definitivamente el crimen, sino del cálculo de que pueden
alcanzar muchos de sus objetivos por esta vía.
Sin embargo, no está en manos del Gobierno darle a ETA todo lo que quiere, y no
sólo por lo que comentaba antes, sino también porque los terroristas quieren un
trozo de Francia. Si no lo consiguen en este "proceso", y no lo conseguirán
aunque obtengan todo lo demás (autodeterminación, Navarra, presos), siempre les
quedará esa excusa para seguir matando. Tampoco contaban con la oposición
frontal de una parte importante de los españoles. Habían calculado que con sólo
hablar de paz, la sociedad del "no a la guerra" y el 14-M se echaría en brazos
de los terroristas.
La cuestión no es ya si este "proceso" descabellado y vergonzoso fracasará. La
cuestión es si se le van a exigir responsabilidades no sólo políticas, sino
también penales, a quienes están pactando ilegalidades con unos terroristas. Y
esta vez no deberían ser sólo unos cuantos chivos expiatorios, como cuando el
GAL, los que respondiesen ante la Justicia.