ROSA DÍEZ EXPLOTA CONTRA ZAPATERO EN LA APOTEOSIS DE BOADELLA Y ESPADA
Artículo de Guillermo Ortiz en “El Semanal Digital” del 10.05.06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Ciutadans de
Catalunya hizo este martes su presentación formal ante el público madrileño
reuniendo a unas cuantas figuras de la lucha contra el nacionalismo y a más de
600 interesados.
10 de mayo de 2006. La plataforma política -pronto se constituirá en partido-
liderada por Arcadi Espada y Albert Boadella se rodeó de buenos padrinos. En el
Teatro Reina Victoria de la capital madrileña se vieron rostros muy conocidos de
la lucha contra el nacionalismo en sus distintas vertientes, casi todos
provenientes, como los convocantes, de posiciones de izquierdas.
Junto a Espada, Boadella y Francisco de Carreras, aportaron su testimonio
Fernando Savater, Jon Juaristi y la siempre polémica Rosa Díez. Entre el público
observaban periodistas de la talla de Victoria Prego e incluso Jesús Mariñas
quiso estar presente, cámara digital en ristre.
Una estrambótica combinación.
Fernando Savater y Jon Juaristi, maestros de ceremonias
Las primeras intervenciones en el abarrotado teatro -más de 600 personas, según
los organizadores y decenas más que se quedaron fuera por falta de aforo-
corrieron a cargo de Fernando Savater y Jon Juaristi, referentes de la lucha
contra ETA si bien recientemente separados en su confianza en la política
antiterrorista del Gobierno del PSOE.
Savater saludó con entusiasmo la aparición de Ciutadans de Catalunya e incluso
abogó por su extensión a toda España. "Somos muchos los que ni estamos de
acuerdo en cómo gobierna el Gobierno ni en cómo se opone la Oposición, y nos
gustaría vernos representados. Quizás, si nadie se atreve, sea nuestro momento
de dar un paso adelante", afirmó el filósofo vasco.
Precisamente otro vasco, el escritor Jon Juaristi, apeló a los principios
revolucionarios de "igualdad, libertad y fraternidad" a diferencia de los
excluyentes de la "dictadura nacionalista de la pureza étnica". Juaristi,
miembro de ETA en sus primeros años y posteriormente blanco preferencial de los
terroristas, agradeció a los miembros de la plataforma política su compromiso
personal con los amenazados durante los años más duros de la persecución
terrorista: "Gracias por compartir los riesgos, gracias por no querer ser
amnistiados por ETA".
Albert Boadella, el bufón que combate la epidemia
Juaristi dio paso al autoproclamado "bufón" Albert Boadella y nada más subir al
escenario, el cómico catalán se vistió una bata y se presentó, más que como
político, como doctor. "En mi tribu se ha declarado una epidemia y nuestro papel
es detenerla antes de que se expanda por el resto de España". Boadella reconoció
sus veleidades nacionalistas de principios de la Transición, pero mostró su
espanto al ver cómo esos sentimientos se utilizaban para enfrentar a la sociedad
y con el único fin de aferrarse al poder.
La razón por la cual un artista como él ha decidido meterse en política -en
ningún momento se le vio cómodo durante el acto, como si ése no fuera su hábitat
natural- es simple: "Me están haciendo competencia desleal. Desde que los
políticos se dedican a la farsa, el esperpento y la mascarada, a mí no me queda
otra que meterme en política".
El protagonismo de Rosa Díez y sus ataques al PSE
Pero, sin duda, y para desgracia de los organizadores, la mayoría de los
titulares se los llevará Rosa Díez con su nuevo ataque a la política
antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin relación aparente con la
presentación a la que había sido invitada, la eurodiputada socialista abogó por
un fin de ETA distinto al que se plantea desde Moncloa: "Derrotar al terrorismo
no es un proceso de paz, es más que que no nos maten. No quiero la paz de ETA
igual que no quise la paz de Franco. No creo que haya que darle las gracias a
(Arnaldo) Otegi por nada, ni considerarle un demócrata o un hombre de izquierdas
algo brusco, es el dirigente de una organización terrorista, llamemos de una vez
las cosas por su nombre."
Conforme se exaltaba Rosa Díez en su intervención, crecía su enfado contra el
Gobierno y la cúpula de su partido: "Me pasé toda la juventud oyendo que era
mala española, luego me dijeron que era mala vasca y ahora, incluso, algunos me
quieren decir que soy mala socialista. Estoy harta de que repartan carnets que
determinen cómo tiene que ser cada uno". Su intervención fue, con diferencia, la
más jaleada por el público presente.
Arcadi Espada: "España no es una idea, es una acción"
Tras Rosa Díez intervino el catedrático Francisco de Carreras, algo nervioso y
torpe en su explicación. Todo lo contrario que Arcadi Espada, el único que
demostró tener madera de orador: supo manejar los tiempos y el vocabulario,
atraer al oyente y transmitir el mensaje de manera clara y contundente. "Durante
los 80, con la llegada del nacionalismo de Jordi Pujol, vivimos el paso de la
admiración del resto de España por Cataluña a la indiferencia. Sólo ahora, desde
la llegada del Tripartito, se vive de verdad un desprecio que no tiene igual en
la historia reciente de nuestro país".
Espada resaltó la importancia de Internet como plataforma verdadera de
ciudadanos, donde los "derechos históricos" no se pueden invocar y dejó claro
que buena parte de las ideas que impregnan los manifiestos que ha publicado
Ciutadans de Catalunya tienen que ver con las aportaciones de distintos
internautas.
De todos los intervinientes, el colaborador de El Mundo fue el más explícito a
la hora de hablar de España: "España no es una idea, es una acción... un pacto
que ha dado a sus ciudadanos los mejores años de su historia. Vivimos en un
momento en el que cada región quiere apropiarse de la palabra diversidad cuando
precisamente esa palabra es la que mejor define a España... ¡Estúpidos, es
España!", añadió Arcadi emulando a Bill Clinton.
"En el pasado, Cataluña se veía como la posibilidad de regeneración de España,
hoy los términos se han invertido...". Por todo ello, el que aparece como
verdadero líder de este embrión de partido político concluyó su intervención con
un sosegado, cómplice y nada estentóreo "Viva España".