CAPERUCITA ROJA
Artículo de Aurora Pavón en “ABC” del 11 de julio de 2011
Por su
interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en
este sitio web.
Parece que fue The
Economist quien escribió en un amplio informe
sobre España y refiriéndose al escaso liderazgo de Zapatero y
Rajoy que el primero de los dos partidos que cambiara de líder ganaría las
elecciones. Pues bien, el PSOE lo
acaba de hacer en beneficio de Rubalcaba y por ello ahora piensan los socialistas
que tienen un excelente oportunidad, aunque el cambio que se ha producido en el
PSOE es mas de lo mismo, o un deja vu, que dirían los franceses.
Pero aunque eso es así se ve a la derecha española del PP
dormitando a pierna suelta y bajo el guindo del que espera que le caiga en las
manos la fruta madura del poder a nada que Zapatero convoque las elecciones
generales. Rajoy está echando la siesta como liebre de la fábula, mientras la
tortuga del PSOE acaba de hacer su relevo y ha sustituido al alicaído Zapatero
por un Rubalcaba que fue velocista en sus años mozos, pero que parte con una
desventaja que le será muy difícil de superar y menos aún en los difíciles
tiempos que corren y una vez que, en mayo pasado, los socialistas recibieron un
duro castigo electoral y el PP se hizo con todo el poder autonómico y
municipal.
Sin embargo, las cuentas de la lechera que se hacen en
la sede madrileña del PSOE de la calle Ferraz, donde acaban de disfrazar a
viejo lobo Rubalcaba de Caperucita Roja, son optimistas y reúnen el siguiente
decálogo:
1) Zapatero está fuera del cartel
electoral del PSOE.
2) Los ciudadanos ya han castigado al PSOE
el pasado 22-M en las elecciones municipales y autonómicas.
3) Rubalcaba acaba de lanzar su discurso
de izquierdas contra los bancos, grandes patrimonios e industrias farmacéuticas
que reconciliará al PSOE con la parte del electorado que los abandonó el 22-M.
4) La propuesta de don Alfredo para
la reforma de la ley electoral en pos del modelo alemán les sirve para conectar
con el 15-M, y resta programa a IU y UPyD.
5) Se espera que el empleo se recupere a
la vuelta del verano por las contrataciones de las vacaciones y el turismo y
que ello mejore la recaudación del Estado y de la Seguridad Social.
6) Confían en que Aznar asuma un mayor
protagonismo en el PP para los votantes de centro huyan de Rajoy.
7) Esperan que Paco Camps
se siente en el banquillo de los trajes gratuitos.
8) Creen que ETA anunciará el alto el
fuego definitivo y el final de la Violencia.
9) Piensan que Rubalcaba le ganará a Rajoy
los debates televisivos de la campaña electoral.
10) Cuentan con los seis canales nacionales de TV
(TVE1, TVE2, Antena 3TV, Cuatro, Telecinco y
La Sexta) para relanzar la nueva versión de Caperucita Roja, por mas que la protagonista lleve pelos en las patas y luzca
colmillos retorcidos como el mismísimo lobo feroz.
Pero sobre todo cuentan con la natural abulia de
Rajoy, la ausencia de un “estado mayor” en el PP, con un exceso confianza de
los populares como si el partido ya estuviera ganado y con la esperanza de que
los votantes de izquierda le cojan cierto miedo a un triunfo excesivo del PP.
Vamos en el PSOE no creen que Rubalcaba pueda ganar a Rajoy, pero esperan
reducir su derrota a la mínima expresión a ver si un PP sin mayoría absoluta
cae en manos de CiU y PNV y tiene que acabar tragándose ese otro cuento chino
de la “España plural”.
Con eso se contentaría en el PSOE y no es para menos
porque las últimas encuestad los dejan por debajo de los 100 escaños. Y parece
claro que algo va a recuperar Rubalcaba, porque la fama catastrófica de ZP es
muy difícil de superar. Aunque el enemigo del PSOE no es Rajoy, sino la crisis,
el paro, la deuda, hipotecas y problemas familiares, etc. Y eso nadie lo va a
arreglar de aquí a la campaña electoral. Mas bien al
contrario todo puede empeorar si la guerra de los mercados se cobra un muerto
nacional –en Grecia, Italia o Portugal), y además España se lleva alguna ‘corná’. O sea, el bonito cuento de Caperucita Roja no está
mal para especular, pero del dicho al hecho va una distancia sideral. Aunque
como dice este malvado Rubalcaba “nada está escrito” y cualquier cosa puede
pasar.