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El chiringuito búlgaro de Rosa Díez (addenda)
Posted by plazaeme
under UPyD | Etiquetas: algoreros, calentamiento global,
Cambio Climático |
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12 de agosto de 2009
Es la gran pregunta que está en tantas cabezas. Por
supuesto, entre aquellos que están en desacuerdo con la autocracia. ¿Me voy?
¿Me quedo hasta el congreso? ¿Para qué sirve?
A veces las preguntas se pueden resolver con una
contrapregunta. Y tal vez en este caso la contrapregunta pudiera ser …¿por qué
no me he ido aun? A mi solo se me ocurren dos respuestas:
Yo eso es lo que he visto, aunque tampoco es que haya
visto tanto.
- ¿Y bien?
¡Muy jodido! Personalmete me parece absurdo pensar que
existe alguna posibilidad de corrección, aunque conozco alguna incombustible no
viejecita que lo piensa. El pescado está todo vendido,
como dice RB, y como hemos visto los
días pasados. ¿Como podría ayudarse a una remota posibilidad, por minúscula que
fuera? ¿Con las enmiendas? ¡Uufff! ¿Un montón de enmiendas corrigiendo todos
los puntos malos, y esperando que pasen todas el filtro de la dirección que ha
establecido la ponencia? Y luego a pasar el filtro de la comisión, y la
votación de los delegados que no van a tener tiempo ni de enterarse de qué van
las enmiendas, discutidas una a una? Para eso haría falta, aún en el más
optimista de los mundos, que los votantes conocieran esas enmiendas antes de
elegir a los delegados. Y cuantas más enmiendas sean más difícil será que se
enteren. ¿Cómo puedes hacer llegar a los afiliados, no ya el puro carro de
enmiendas, sino encima la explicación y sentido de cada una de ellas?
Todo el tinglado está basado en la falta de
información y en que, ante la falta de información, la tendencia natural es la
confianza en lo que la lideresa proponga. ¿Qué otra cosa hay? Por eso yo creo
que solo hay una estrategia posible: la máxima simplificación. Y encima en este
caso la máxima simplificación coincide con la más cristalina realidad: el
congreso es infumable. El planteamiento del congreso es radical, rotundamente
inaceptable. Y no hay nada más sensato y más sano que no aceptar lo
inaceptable. Yo creo que coinciden dos cosas: solo hay una enmienda realmente
lógica ante lo infumable, y solo puedes intentar publicitar una enmienda y sus
motivos: la anulación del congreso y la convocatoria de un congreso
constituyente en condiciones.
No es demasiado difícil ni largo de explicar. No
parece difícil que los distintos grupúsculos opositores -básicamente los
distintos compartimentos locales, se pusieran de acuerdo en eso. Y podrían
tratar todos ellos de propagar la misma idea, cada uno allá hasta donde
alcance.
Dentro de lo imposible, es mucho más fácil explicar
una sola cosa que muchas. Y es mucho más fácil saber si un delegado está a
favor o en contra del nuevo congreso constituyente, que de un carro de
enmiendas. Y es mucho más fácil llamar la atención con la idea de que mucha
gente esta pidiendo un congreso diferente.
- ¿Un congreso diferente? ¿Y por qué piden un congreso
diferente? ¿Que diablos le pasa a este congreso.
- Pues sí mira, a este congreso le pasa esto, esto, y
lo de más allá. Es inaceptable.
Les pones en un aprieto. O hacen que no pasa nada y no
lo discuten, o lo discuten y le dan carta de naturaleza. Hasta ahora han metido
mucho la pata; puede que repitan. Probablemente se limiten a insultar.
Por supuesto que vas a perder el congreso. Pero no te
vas a quedar inútilmente hasta el final. Vas a hacer algo importante. Vas a dar
testimonio. De que no te chulean. De que la autocracia no vale. De que no se
puede levantar la bandera de la regeneración democrática, de otra forma de
hacer política, y de dar la voz a la gente, para acabar montando un puto
chiringuito.
Después te vas, tan contento. Te achacarán que te vas
porque has perdido el congreso. Pero lo tienes a huevo:
-¿Y cómo quieres que me quede en una autocracia? Lo he
intentado hasta el final, y cuando la autocracia gana, yo me voy.
Creo que si estuviera aún dentro, intentaría hacer
algo parecido.
–
Nota para no viejecitas animosas y burofáxicas:
Tú le podrías dar la vuelta y reconvertirlo en la
visión optimista. Imagina que les llegan cienes y cienes de enmiendas de un
congreso diferente. Imagina que se acojonan, y dejan pasar la enmienda. Imagina
que la enmienda gana, y que le echan todas las culpas al único al que se las
pueden echar: Gorriarán. Y que se busquen la disculpa de que el Gorri les ha liado
malamente, y que ahora van a hacer las cosas en condiciones, de verdad de la
buena. Seguro que sería mentira, pero seguro que la segunda vez tratan al menos
de disimular
–
Nota para Guzmis inevitablemente quemados
y deprimidos:
Ya, ya sé que piensas que según qué personas no pueden
hacer según qué cosas. Y que no aceptas mi tesis de que las personas se adaptan
a lo que hay, y que a menudo un buen arnés hace milagros. Pero esa es una
discusión que ya resolveremos con el tiempo.