DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DEL PARTIDO POPULAR SOBRE LA SITUACION GENERADA POR EL “PLAN IBARRETXE”
Publicada en “La Razón” del 04/01/2005
Madrid. Reunido el Comité Ejecutivo del PP en sesión urgente para analizar lo
ocurrido en el Parlamento Vasco, acuerda comunicar lo siguiente:
– El Parlamento vasco ha aprobado algo que no le compete, que es
inconstitucional, que desprecia las normas de nuestra democracia, que se nos
presenta como una imposición y que no reconoce la autoridad del Estado. Es una
provocación especialmente grave porque rechaza la soberanía nacional, es decir,
la voluntad suprema del conjunto del pueblo español sobre cualquiera de sus
fracciones territoriales. Rechaza, paradójicamente, la soberanía en cuyo nombre
gobierna el señor Ibarreche en el País Vasco, la única que legítimamente ampara
las instituciones de la autonomía vasca y sin la cual no caben instituciones
autonómicas en ninguna región española. Olvida el señor Ibarreche que no sólo
debe su puesto a los ciudadanos del País Vasco, sino también a la voluntad del
conjunto de los españoles.
Estamos, pues, ante una deslealtad política manifiesta y un desprecio
inadmisible a la soberanía española. A ello se suma la voluntad expresada de
continuar adelante por la senda de la ilegalidad y los hechos consumados en lo
que constituye una desafío gravísimo a los cimientos de nuestra convivencia que
no podemos consentir. No contemplamos una amenaza banal, sino el mayor desafío
que ha sufrido la democracia española desde 1978. Un desafío a la democracia que
se perpetra desde las instituciones de la democracia. Una insolencia calculada
que pretende poner a prueba la fortaleza del Estado y su capacidad de reacción.
– Se trata de una cuestión de Estado y corresponde al Gobierno de la nación
articular una respuesta que, con serenidad, pero con absoluta firmeza, esté a la
altura del desafío antidemocrático.
La respuesta de la democracia española debe ser inmediata. Para todos los
españoles están en juego el orden constitucional y el principio de legalidad, es
decir, la confianza en la solidez de nuestro sistema. Para los que habitan en el
País Vasco, además de lo dicho, corren un riesgo grave la convivencia pacífica y
la libertad.
– El Partido Popular, consciente de la debilidad parlamentaria del Gobierno y
de las limitaciones que le impone su dependencia de las minorías nacionalistas,
ha ofrecido todo su apoyo para que el presidente del Gobierno cuente con un
respaldo mayoritario que le permita cortar esta amenaza eficazmente y de raíz.
– Es opinión del Partido Popular que la gravedad de la situación exige tres
tipos de medidas: la primera de todas, rechazar absolutamente cualquier
posibilidad de negociación sobre la materia acordada en el Parlamento vasco;
recurrir inmediatamente la decisión del Parlamento vasco ante el Tribunal
Constitucional; asegurar, dentro y fuera del País Vasco, que el Estado no
vacilará a la hora de emplear los numerosos instrumentos que la Ley pone en sus
manos para defender el orden constitucional y la soberanía nacional.
No se debe negociar ni con el señor Ibarreche ni sobre el llamado Plan
Ibarreche. No se debe negociar con quien desafía la soberanía nacional y se
burla de las leyes. Sobre esto no caben dudas ni vacilaciones. El señor
Ibarreche transgrede las leyes consciente y deliberadamente. No se trata, pues,
de persuadirle, sino de cerrar el paso con claridad a una actuación desleal y
anticonstitucional. Tampoco es posible negociar el llamado Plan Ibarreche con el
objeto de que lo conviertan en algo más presentable. Ningún proyecto político
que rechace la soberanía nacional puede tener acomodo en nuestras leyes.
– Los españoles deben saber que sin el Partido Popular o contra el Partido
Popular no podrá triunfar ningún atentado a la Constitución Española o a la
unidad de España.