ZAPATERO
ESTUDIA EL ADELANTO ELECTORAL
Artículo de Pablo Sebastián
en “Republica.es”
del 01 de diciembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
La prima de riesgo de España se llama Zapatero. Eso lo saben los mercados y la Unión Europea, y
los españoles –empezando por los que votaron en las elecciones catalanas del
pasado domingo- e incluso en el PSOE. Y puede que también lo sepa el propio presidente
del Gobierno quien, acorralado y a la vez temeroso de un rescate financiero de
España por parte de la Unión Europea, puede estar decidido a convocar
elecciones generales anticipadas, aún a sabiendas de que las ganará el PP. Pero convencido de que lo peor
de esta crisis está por llegar –con el riesgo de rescate de España por la UE
aquí incluido- por lo que sería mejor para el PSOE, e incluso para él, que
Rajoy cargara con ese muerto antes de que le toque a él.
No figuraba en sus planes pero podría ocurrir que el
presidente Zapatero decida por sorpresa un adelanto de las elecciones generales
-como lo pide el PP, creyendo que no lo hará- una vez que tanto en la presidencia
del Gobierno como en la cúpula del PSOE se empieza a tener la certeza de que la
crisis económica, financiera y social de España va a empeorar en los próximos
meses, por lo que las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo de
2011 pueden ser catastróficas para los socialistas, como lo han sido las
catalanas.
Y desde esa situación de hundimiento regional del PSOE
y de desprestigio creciente de Zapatero y su Gobierno, las elecciones generales
de 2012 se presentan como una dura cita electoral para el Partido Socialista
porque en contra de lo previsto por ellos la recuperación de la economía
española para marzo de 2012 se anuncia como imposible.
Por todo ello y por la presión que sobre Zapatero
están ejerciendo todos los líderes regionales del PSOE, que no quieren verse en
el cadalso electoral como le ha ocurrido a Montilla, en la Moncloa están
analizando seriamente la oportunidad de un adelanto electoral a pesar de que
semejante decisión avanzaría la que se espera como una imparable victoria del PP
y la llegada de Rajoy al gobierno. Una victoria electoral de los populares que,
por otra parte, le obligaría a Rajoy enfrentarse a lo peor de la crisis
financiera y económica que está por llegar –ya veremos si con el rescate
financiero de España por parte de la UE incluido- y de paso a tomar drásticas
medidas de mayor ajuste fiscal desvelando su famoso plan secreto y
enfrentándose los sindicatos, algo que Zapatero no está en condiciones de
abordar.
El dicho de “más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo” puede tener en esta posible decisión de
adelanto electoral un caso práctico porque Zapatero sabe que de aquí a 2012
todo irá a mucho Y ante esta perspectiva, tanto en el PSOE como en la
presidencia del Gobierno están considerando la oportunidad de un “urgente”
adelanto electoral de comicios generales a fin de evitar su confluencia con los
municipales y las autonómicos del mes de mayo próximo.
A sabiendas los socialistas que de poco le servirá al
PP una vez que estén en el Gobierno, culpar a Zapatero del empeoramiento de la
situación de España porque en ese caso los populares serán los responsables de
lo que ocurra. Algo parecido le pasó a Obama con la
pésima herencia de Georges Bush (estallido de Wall Street
y las guerras de Irak y Afganistán) pero es sabido que quien está pagando ahora
el coste de la situación es el Partido Demócrata y el propio presidente como se
vio en las recientes elecciones legislativas americanas.
En todo caso, los próximos días pueden ser cruciales
por causa de la rigidez del calendario electoral español, aunque todo depende
también de algo tan extraño como la “lucidez” del presidente que debe de
iniciar de una vez por todas su definitivo paso atrás.
Y ello le costará a Zapatero por más que sus asesores le digan que no hay otra
salida y le dejan una herencia “imposible” al PP de Rajoy, porque Zapatero
seguirá empeñado en su “buena suerte” y querrá continuar hasta el final, sobre
todo si le dejan en su partido donde ya se escuchan voces de hartazgo que lo
pueden obligar a renunciar.