EXPLICACIONES DE ZAPATERO Y DE LA OPOSICIÓN
Artículo de Pablo Sebastián en “Republica.es”
del 09 de diciembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Se espera que el
presidente Zapatero explique hoy ante el Congreso de los Diputados las graves
razones que le han llevado a su gobierno a decretar el “estado de alarma”
imperante, que permite militarizar a los ciudadanos, tras la huelga salvaje de
los controladores aéreos, así como el tiempo que piensa mantenerse esta anómala
situación que recorta las libertades públicas y que estaba reservada a casos
muy excepcionales. Asimismo, Zapatero deberá aclarar en el Parlamento y a todos
los españoles como el Gobierno decidió aprobar un decreto que sin duda sería
considerado una provocación por los habituales rebeldes del control aéreo sin tener preparada una alternativa inmediata
que hubiera impedido el cierre del espacio aéreo español, tal y como ocurrió.
De la misma manera
cabe esperar que Zapatero aclare qué pasará con el control aéreo español si se
expedientan y expulsan de sus puestos de trabajo a 500 controladores y cómo y quiénes
los podrían sustituir en un plazo inmediato de tiempo. A no ser que el
Gobierno, tras alardear de una gran firmeza y de castigos ejemplares, esté
pensando hacer la vista gorda y reducir todo el problema a los jefes sindicales
de los controladores, lo que sería un escándalo y nada fácil de llevar a cabo
porque aún permanecen las demandas de los ciudadanos afectados por el
conflicto.
En realidad lo que
alguien debería de explicar, y ese no es Zapatero, es el por qué permanece este
personaje al frente del Gobierno de España después del cúmulo de desastres,
errores y despropósitos acumulados bajo su largo mandato hasta alcanzar el
récord del “estado de alarma” nacional porque no han sido capaces de entenderse
con el sindicato de controladores.
Y todavía se pavonean
de ello en el Gobierno como unos héroes que han dado pruebas infinitas de
firmeza y de autoridad, presumiendo Bono de la fortaleza de la Constitución en
vez del desgobierno de la nación. Y alguien desde la bancada del PSOE también debe de explicar por qué este partido
mantiene en la presidencia del gobierno a Zapatero –el presunto héroe de la
izquierda que ofrece España a los Estados Unidos como gran base militar, según los documentos
de Wikileaks- a pesar del creciente desgobierno de la
nación, crisis económica y social y daños casi irreparables a la cohesión e
identidad de la nación española. A lo que hay que añadir los destrozos que está
causando en el PSOE –véase el PSC al borde de la ruptura- y los que se
aproximan como un maremoto nacional.
Y puestos a pedir
explicaciones habría que hacer otro tanto con los líderes y partidos de la
oposición, empezando por el PNV que se ha convertido (al igual que Coalición Canaria) en cómplice directo de Zapatero y de todo lo
que hace, o deshace. Y que se cuiden los nacionalistas de este Zapatero que una
vez que desenfundo el “estado de alarma” –incluido en una ley que no aprobó el
PNV en la votación de 1981, por temor a que se utilice en otras circunstancias
como podrían ser un referéndum ilegal, etc-,
esencialmente para salvar su presidencia del caos imperante en España, no vaya
a ser que esto del “estado de alarma” se convierta en algo recurrente de
Zapatero.
Y tampoco estaría mal
que, ante el cúmulo de problemas que se acumulan en nuestro país, Mariano Rajoy y el Partido Popular en vez de ir a remolque del gobierno tomaran la
iniciativa y anunciaran la moción de censura contra Zapatero ofreciendo a toda
España y a la oposición la convocatoria urgente de las elecciones generales y
un posterior gran pacto nacional para salir de la crisis económica, social e
institucional que soporta nuestro país.
Todas estas
explicaciones o anuncios se deberían dar y hacer públicos por Zapatero, el PSOE
y todos los partidos de la oposición en el Congreso de los Diputados. Aunque lo
más probable es que nadie diga nada importante y se oculte la verdad, a la
espera unos y otros de las vacaciones de Navidad.