ZAPATERO Y “EL TÍO DE LA VARA”

Artículo de Pablo Sebastián  en “Republica.es” del 21 de enero de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha aprovechado el tirón mediático de su estatuto renovado para mandarle un mensaje y una advertencia a Zapatero pidiéndole que anuncie su paulatina retirada del liderazgo del PSOE antes de que se celebren las elecciones municipales y regionales del próximo 22 de Mayo. Y decimos mensaje y advertencia a Zapatero porque aunque el presidente del Gobierno sigue disfrutando del poder, del BOE y del control del aparato del partido, al día de hoy no está en condiciones de mando absoluto en el PSOE, y mucho menos desde que le entregó a Alfredo Pérez Rubalcaba el mando del Gobierno, situándolo como su virtual sucesor en el cartel electoral que los socialistas presentarán a las elecciones generales de 2012.

Vara –o “el tío de la vara” como dice el genial cómico José Mota- que imitó con tanto éxito a Rubalcaba en el programa de TVE de fin de año- le ha dicho a Zapatero que se aclare, lo que viene a ser lo mismo que pedirle que anuncie su retirada porque si se tratara de decir que va a seguir al frente del Gobierno y del PSOE para eso no habría urgencia. Pero Vara, así como otros barones del PSOE, saben que el liderazgo de Zapatero daña al PSOE de cara a los comicios municipales y autonómicos de mayo y consideran que lo mejor para el partido es el anuncio del principio del fin de Zapatero, y la puesta en marcha del proceso de sucesión con Rubalcaba al frente del cartel.

Ahora bien, no sabemos si los barones socialistas –tras los que se esconde Rubalcaba, el preferido de Vara- son conscientes del poder que tienen si están decididos a ejercerlo como, por ejemplo, lo hizo Tomás Gómez en las primarias de Madrid desafiando a Zapatero y su fallida candidata Trinidad Jiménez. O si por el contrario acatarán el liderazgo presidencialista del jefe del partido. El mismo presidencialismo que en el Gobierno –donde hasta hace poco actuaba como un autócrata absoluto y errático- Zapatero ha cedido a Rubalcaba, y que ahora debería de cederle también el del PSOE.

Si no lo hace pronto y ante de las elecciones de mayo donde el PSOE se teme una debacle como la que le anuncian todas las encuestas electorales. Por lo que Zapatero corre el riesgo de que se produzca una rebelión pública y decidida en el seno del PSOE, tanto entre la vieja guardia felipista como en las baronías regionales del partido. Porque, en cierta manera, Zapatero es un rehén de su propia “operación Rubalcaba” y difícilmente puede dar marcha atrás. Salvo que en cuestión de meses o semanas consiguiera unos éxitos clamorosos en tres frentes: las negociaciones con los sindicatos de un “pacto social”; el freno claro y definitivo al ataque de los mercados a la deuda del Estado español y de nuestras entidades bancarias; o el eventual anuncio final de ETA a favor del abandono de las armas. Tres quimeras que son difíciles de lograr, sobre todo las dos últimas, mientras que la que se refiere a la paz social con los sindicatos permanece en el alero porque el espectáculo caótico de la negociación deja mucho que desear. Entre otras cosas por culpa del debate sobre la vida de las centrales nucleares –Méndez dijo que ayer que no cambia “neutrones por pensiones”- como ocurrencia de última hora que ofrece un espectáculo lamentable que lejos de facilitar un acuerdo lo ha vuelto a empeorar.

Desde luego si en vez de “el tío de la vara” extremeño los que van al despacho de Zapatero a pedirle que anuncie su retirada fueran Rubalcaba y Blanco la cosa cambiaría de manera radical, porque ese sería un órdago de primer nivel que Zapatero difícilmente podría encajar. Pero de momento las cosas están como están en el Gobierno y en el PSOE, mientras Rajoy se dedica a lanzar este fin de semana en Sevilla su campaña electoral para los comicios del mes de mayo, convencidos de que esa fecha será el principio del fin de Zapatero y de la presencia del PSOE en el poder. De manera que estamos a la espera, de aquí a finales de febrero o marzo para saber si de una vez Zapatero anuncia que no será candidato del PSOE en los comicios generales de 2012, que es lo que espera una mayoría de dirigentes y de militantes y votantes de su partido. Y si para entonces no lo hace entonces habrá que estar atentos a una batalla cruenta y cainita en el interior del PSOE.