¡CONSPIRACIÓN!
Artículo de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 09 de febrero de 2010
Denunciar una
"conspiración" es el recurso más común de los soberbios y los
ineptos, que, incapaces de asumir la crítica, justifican así sus errores y
fracasos. El gobierno de Zapatero, al igual que lo hizo el franquismo aislado,
el felipismo en los tiempos del GAL y el agonizante gobierno de Aznar después
del 11 M, recurre a la "conspiración" para justificar su incapacidad.
Fidel Castro y Hugo Chavez también hablan de "conspiración" para
justificar el fracaso de sus socialismos, generadores de hambre y esclavitud.
¡Es el sino de los ineptos!
El recurso a la
"Conspiración" siempre ha sido totalitario y ahora, tal como lo
exponen Blanco y Pajín, también lo es.
Zapatero
y sus adláteres hablan de una conspiración contra España. Muchos han reído al
escuchar la palabra "Conspiración" porque recordaron a Franco y a su
reiterada cantinela de la "Conspiración Judeomasónica". La que está
atacando a Zapatero es más moderna: los conspiradores son ahora los
especuladores, y los grandes periódicos internacionales, todos ellos
congregados y animados por el Partido Popular.
Leire
Pajín, escudera de su idolatrado ZP, acusa al PP de hablar mal de España. Ella,
como muchas otras "miembras" de la cofradía, cree que ser leal con
España obliga a hablar bien de su presidente. Como muchos otros autoritarios a
lo largo de la Historia, olvidan lo principal: que lealtad y verdad están
unidas y que la única forma de servir honradamente a una nación es con la
verdad por delante.
"¡Quieren
demonizar al presidente!", advierte esa inmensa caterva de paniaguados,
enchufados, colocados y demás fauna que se nutre a diario de las ubres del
Estado, sin más mérito que ser amiga del poder, sin reconocer la verdad, sin
admitir que España está al borde del precipicio porque su líder tardó casi dos
años en reconocer la existencia de una crisis que causaba estragos desde el
principio, que se negó y se sigue negando a adoptar las medidas que las grandes
instituciones internacionales y los expertos le recomiendan una y otra vez, que
quiere atajar el fuego de la parálisis económica arrojándole la gasolina de la
subida de impuestos, que es incapaz de asumir la austeridad que España necesita
con urgencia, que habla de retrasar las pensiones y bajarlas a los ciudadanos
sin haber tenido la vergüenza de empezar por retocar las de los políticos,
privilegiados, arrogantes e insensibles, que ha utilizado la mentira como
método de gobierno, sin prudencia ni decoro, que, con mano torpe, está
conduciendo a España hacia el fracaso y que los ciudadanos, bajo el gobierno de
la "Alubia feliz", ya no ven la luz, ni sienten la esperanza, ni
otean el horizonte.
La única conspiración existente en España es la del mal gobierno, una
conspiración que no va contra Zapatero sino contra los ciudadanos, que pierden
su prosperidad y sus logros, convertidos en rehenes y víctimas de gente no
interesada ni capacitada para gobernar una gran nación de hombres y mujeres
libres.