EL ESTERCOLERO PÚBLICO ESPAÑOL
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 23
de marzo de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
Hubo un tiempo
en el que el poder público era ejemplar y servía como referencia de
comportamiento y funcionamiento a los ciudadanos. Hoy, en España, los datos
demuestran que el sector público es un estercolero cuyo comportamiento
avergüenza a la ciudadanía y envilece a la sociedad.
El sector público español huele mal. Hay prácticas que se consideran normales
en la democracia degenerada española, pero que, en realidad, son vilezas
antidemocráticas. Hay miles y se practican a diario sin que ni siquiera sean
detectadas o denunciadas por los medios de comunicación. Una de las más viles y
repugnantes es comprar con dinero público los votos que necesita un gobierno
para sacar a delante determinadas leyes que, sin esos pagos, legales pero
ilegítimos en democracia, serian derrotadas. El ejemplo más claro de esa vileza
es reciente: los 1.582 millones que acaba de pagar Zapatero por los votos del
PNV y de Coalición Canaria, necesarios para subir el IVA, una medida que, para
colmo de males, es rechazada por la inmensa mayoría de la sociedad española.
El
estercolero público español es enorme, como un océano de basura maloliente:
miles de políticos cuyo patrimonio es injustificable, miles de ayuntamientos
bajo sospecha judicial, muchos de los cuales están siendo investigados o
juzgados, concursos públicos trucados para que los ganen los amigos,
concesiones a dedo otorgadas a los amigos del poder, decenas de miles de
puestos de trabajo públicos otorgados a familiares, amigos y a compañeros de
partidos, puestos que en su mayoría son innecesarios y que convierten al Estado
español en uno de los más obesos e incosteables del planeta, la mentira
instalada en el poder, manipulación de las noticias en los medios públicos,
listas negras de ciudadanos y empresas que no reciben subvenciones ni pueden
ganar concursos públicos por tener ideas contrarias al pensamiento único que
exige el poder, irregularidades administrativas, agentes de tráfico que
persiguen a ciudadanos sin otro fin que recaudar dinero para el poder,
inspectores de Hacienda presionados para que recauden más dinero porque la
casta lo necesita para manetener sus privilegios, ni
un sólo ejemplo de austeridad procedente del gobierno, avance galopante del
desempleo y un gobierno inepto e incapaz de detener los efectos letales de la
crisis... son la comida diaria del ciudadano español informado, el espectáculo
bochornoso y nauseabundo que emite el poder público en una España podrida que
necesita ser refundada.
Pero
la lista de dramas y escándalos del sector público español apenas ha comenzado
porque hay que agregar al balance despilfarro incontrolado, desprestigio
internacional, pérdida de peso en el escenario mundial, inseguridad ciudadana
que avanza, ayuda a países y partidos políticos amigos disfrazadas de planes de
cooperación, pérdida de credibilidad del poder político, desconfianza
ciudadana, desprestigio de la democracia, políticos que aparecen en las
encuestas señalados como el tercer gran problema de la nación, incluso por
delante del terrorismo, administraciones públicas que no pagan sus deudas y
obligan a cerrar a empresas por asfixia, galerías obscenas de coches oficiales
y un océano de privilegios y ventajas para cargos públicos que resultan
ofensivos e indecentes en tiempos de crisis, como tarjetas visa con cobertura
pública, facturas pagadas de teléfonos móviles, residencias oficiales sin
justificar, guardaespaldas innecesarios, dietas casi secretas y otras decenas
de ventajas y distinciones que convierten a la "casta" de los
políticos en la élite de la sociedad, en los nuevos señoritos, cada día más
señalados y odiados por el pueblo.
La
democracia putrefacta española es incapaz de reaccionar y continúa su avance
inexorable hacia su descrédito total, provocando rebeldía, causando indignación
y convirtiendo a España en una cloaca.
Leer
la prensa o seguir los noticieros de radio y televisión se ha convertido ya en
un suplicio moral y físico. la galería de abusos y
arbitrariedades públicas es casi infinita. Algunos, ante ese espectáculo
desolador, piensan que el mundo es así y se omiten, pero otros muchos se
indignan y se rebelan, reacción lógica del ciudadano en democracia.
La España que habitamos y compartimos será estudiada pronto como ejemplo
mundial de mal gobierno en las principales escuelas políticas y de negocios del
mundo. Los "demócratas", desde la muerte de Franco, han conducido al
país, de manera inexorable, hacia lo que hoy es, una sociedad sometida a los
nuevos amos políticos, económicamente en crisis y con su convivencia y futuro
amenazados, que, al mismo tiempo, es una potencia mundial en campos tan
vergonzosos como la prostitución, la trata de blancas, el tráfico y consumo de
drogas, el desempleo, la desconfianza de los ciudadanos en sus líderes, el
desprestigio del poder polítiico y del sistema, la
inseguridad ciudadana, la población encarcelada, coches oficiales y privilegios
de los poderosos, partidos políticos sin control, de poder imparable,
ciudadanos marginados, fracaso escolar, pésima calidad de la enseñanza,
paraísos de las mafias internacionales, violencia de género, aborto, incremento
del foso que separa a ricos de pobres, atasco de la Justicia, violaciones de la
constitución,.. y un largo y estremecedor etcétera.