CATALUÑA ESTÁ ARRUINADA
Artículo de Francisco Rubiales
en “Voto en Blanco” del 25
de septiembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
En
vísperas de las elecciones catalanas, conviene tener presente un dato de gran
importancia, que ejercerá una influencia decisiva en todo el proceso electoral
catalán: Cataluña está arruinada y necesita que España, como otras veces en el
pasado, le pague las deudas.
Lógicamente, los políticos catalanes ocultan cuidadosamente ese dato ante sus
electores, a los que crispan constantemente con llamamientos hipócritas en
favor de la independencia y del desprecio al resto de España, cuando en
realidad, Cataluña necesita del Estado y del mercado cautivo de España para
rehacer su maltrecha economía y recuperar su antigua prosperidad.
---
El
momento presente de Cataluña esconde una paradoja importante: Cataluña está
arruinada y necesita como nunca al Estado y al mercado español para salir de la
bancarrota, pese a lo cual alardean de independencia y maltratan a su mejor
cliente. La política suicida y demencial de la Cataluña nacionalista está
provocando reacciones defensivas en el mercado español, que empieza a boicotear
los productos catalanes con una intensidad que, aunque es cuidadosamente
ocultada por los políticos, es sorprendente y preocupante.
La economía catalana está más arruinada que la de cualquier otra región de
España. Aunque varias comunidades autónomas experimentan serios problemas para
captar dinero en los mercados, especialmente grave es el caso de Cataluña, que
no es capaz de vender deuda en el mercado desde marzo y cuyo diferencial
respecto al bono español, ya de por sí devaluado, se ha triplicado en los
últimos meses.
La amenaza es que el Estado tenga que rescatar a algunas comunidades como la
catalana es cada vez más grande. Ese rescate sería todo un drama para España,
que aumentaría así su ya abultado déficit y perdería crédito y solvencia en los
mercados. El bono de la Generalitat a 10 años se cotiza con una rentabilidad
del 5,5% frente al 4,18% al que se encontraba ayer la deuda del Estado español.
El precio refleja que la deuda catalana cotiza al precio de la deuda peruana y
peor que la de países tan desprestigiados y al borde de la ruina como Portugal
e Irlanda.
Pero ni siquiera a ese precio el Gobierno de José Montilla consigue colocar
bonos en los mercados desde marzo, a pesar de haber realizado un roadshow por
Asia en abril. El dato es sintomático y revela que nadie confía ya en la
solvencia de Cataluña.
¿Quién sacará a los catalanes de su calamitoso estado de quiebra? Como siempre,
será España, es decir, los españoles, los mismos que tienen que soportar a
diario el desprecio de los políticos nacionalistas radicales e independentistas
de Cataluña, seguidos por sus incondicionales, que, desde hace años, consideran
inferiores a los españoles del sur, propagan la falsedad de que Cataluña da más
a España de lo que recibe y promueven un boicot activo a los productos
españoles que resulta suicida para el comercio catalán.
A pesar de toda esta verdad humillante para Cataluña, cuidadosamente ocultada
por los insaciables políticos catalanes, los nacionalistas e independentistas
continuarán llorando, alimentando el victimismo o practicando el chantaje y la
venta de votos a los débiles gobernantes de Zapatero, que, para seguir en el
poder, están dispuestos a conceder todo lo que le pidan, para vergüenza de
España y para oprobio de una casta política española que pasará a la historia
como la peor y más dañina de los últimos dos siglos de Historia.