LA ESPAÑA DE ZAPATERO CONTINÚA LAMIENDO LAS BOTAS A
LOS PODEROSOS DEL MUNDO
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 5-1-11
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
Tras
hacer el ridículo ante el mundo por su entreguismo al poder americano y por
mendigar sin dignidad la amistad de Washington, en tiempos de Bush y de Obama, la España de Zapatero lame ahora las botas del
gigante chino, un país que ya es la segunda economía mundial pero que está
gobernado por una tiranía que no respeta los derechos humanos y que desprecia
la democracia.
Pero esos "detalles" resultan insignificantes para el socialismo de
Zapatero y para las grandes empresas españolas, obsesionados únicamente por
encontrar compradores que se atrevan a adquirir la devaluada deuda pública
española y en ganar dinero.
A quien los poderosos de España están lamiendo ahora las botas es al viceprimer ministro chino, Li Keqiang,
que visita España al frente de una delegación china que se reunió ayer con la
vicepresidenta económica, Elena Salgado, para reforzar los vínculos económicos
entre ambos países. Sobre la mesa, se trató el compromiso de China de adquirir
deuda pública española y la firma de 14 convenios, 10 de ellos con empresas
privadas, que se producirá hoy en Moncloa.
La "amistad" con China, después de las relaciones especiales que
Zapatero mantiene con tiranías como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Marruecos y
otras muchas del mundo islámico, pone en evidencia que las
"preferencias" del socialismo español no son las democracias sino los
regímenes totalitarios.
El caso chino quizás esté justificado porque Zapatero ha dejado a España tan
arruinada que ahora necesita arrodillarse ante cualquier nuevo rico que le eche
una mano, pero las demás relaciones preferenciales con sátrapas y tiranos solo
reflejan el color y la naturaleza verdadera del alma de Zapatero y su equipo
socialista, cuyos errores y desmanes al frente del gobierno han destruido tanto
la economía española que ya les resulta imposible exhibir ante el mundo atisbo
alguno de orgullo o dignidad.
La España arrasada por Zapatero tiene hoy que arrodillarse ante cualquier país
que le compre deuda o que le permita hacer negocios. Es la consecuencia del mal
gobierno y la factura que todos tenemos que pagar por haber elegido en las
urnas a un inepto de proporciones universales.
Los expertos creen que la factura que España tendrá que pagar a los arrogantes
chinos por la venta de los devaluados bonos públicos del Reino de España y por
la realización de algunos negocios será leonina y humillante, capaz, además, de
hipotecar nuestro futuro.
Los chinos que emigren a España tendrán todavía más facilidades y disfrutarán
de privilegios frente a los comerciantes españoles, muchos de los cuales se
están arruinando por la desigual competencia de comercios chinos, que eluden
impuestos, evitan pagos a la seguridad social y ante los que el fisco y la
policía miran vergonzosamente hacia otra parte. Otra factura importante es que
los chinos exigen la compra de partes suculentas de los mejores negocios de
España en el mundo, como acaba de ocurrir con la petrolera china Sinopec, que quince días atrás adquirió el 40% de la filial
de Repsol en el próspero Brasil.
Los expertos creen que la balanza comercial entre ambos países se mantiene y se
mantendrá en el futuro claramente favorable al gigante asiático. Entre enero y
octubre, las importaciones chinas alcanzaron los 15.670 millones de euros,
mientras que las exportaciones españolas apenas superaron los 2.000 millones de
euros. China ya es el cuarto Estado que vende más productos en España, mientras
que el país comunista representa el decimocuarto destino de los productos
españoles.
Habrá, seguramente, más pagos a China por sus favores, pero los dos gobiernos,
opacos y ajenos a la transparencia democrática, los mantienen cuidadosamente ocultos
para que los ciudadanos de uno y otros país los ignoren y no se desesperen más
ante la tragedia del mal gobierno que padecen.
Miércoles
5 Enero 2011