INTELECTUALES Y PERIODISTAS DEL ZAPATERISMO ABANDONAN
EL BARCO
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto
en Blanco” del 04 de marzo de
2011
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Muchos
intelectuales y periodistas del zapaterismo,
desanimados e incapaces de seguir defendiendo a su antes admirado líder, han
iniciado la desbandada, dejando abandonado y sin blindaje ante la opinión
pública a quien ha conducido a España hasta la ruina y el borde del precipicio.
Aunque ahora, ante el inevitable naufragio, abandonen el barco, han contraído
una responsabilidad enorme con la sociedad española por defender durante años
lo indefendible y por haber tardado tanto en descubrir que el personaje que
defendían con la pluma y la palabra no reunía las mínimas condiciones
psicológica e intelectuales para gobernar una democracia.
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La izquierda española, que siempre ha contado con un poderoso ejército de
intelectuales y periodistas a su servicio, está perdiendo, a marchas forzadas,
su blindaje ante la opinión pública. Durante años, pudieron mentir y engañar a
mansalva, realizar tropelías y atentar contra la decencia, gracias a que una
legión de opinadores siempre les defendían,
pero ahora sus partidarios escapan y procuran ponerse a salvo ante la que se
les viene encima. El blindaje que protegía a los ineptos ya no existe y ahora,
Zapatero y los suyos se encuentran inermes ante la sociedad, sin otra defensa
que su probada incompetencia.
El desengaño y el desánimo ante los desatinos y errores de Zapatero ha contagiado a sus compañeros de partido y a los muchos
periodistas sometidos que defendían el malgobierno y
la antidemocracia instaladas en el Ejecutivo. Al incompetente Zapatero y a
todos los que les han acompañado en esta aventura desgraciada de poder, una vez
perdida la coraza mediática, sólo les queda sufrimiento, decadencia y una
dolorosa y humillante caída.
Suso del Toro, del que se dijo que era el escritor "de
cabecera" de Zapatero, ahora procura distanciarse de su viejo amigo, al
igual que están haciendo muchos de aquellos cineastas y cantantes "de la
ceja", que en las campañas electorales de 2004 y 2008, cuando muchos
veíamos que Zapatero era una plaga terrible capaz de devastar España, prestaron
su apoyo, su popularidad y prestigio al más inepto de los candidatos, engañando
y confundiendo a los votantes españoles, que en aquella ocasión podrían haber
evitado los desastres dramáticos del último cuatrienio de España.
La revista Temas, que controla Alfonso Guerra, ha sido uno de los primeros
medios en desertar. José Féliz Tezanos,
publica en el número que salió este lunes ¿Resignados a perder?, un análisis en
el que ataca con ariete a Zapatero por haber abierto con torpeza el debate
sobre su sucesión, "con el efecto de generar desgastes añadidos, debido a lógicas
razones de incertidumbre e inestabilidad".
Pero
esa no es, ni mucho menos, la única baja en el ejercito mediático del poder.
Carlos Carnicero, uno de los más combativos perros del poder, publicaba el
pasado martes un artículo en el que compara los hundimientos de Adolf Hítler y el de Zapatero, criticando la resistencia obtusa
de Zapatero a reconocer el evidente hundimiento del PSOE. Pocos días antes, en
otro artículo, esparcía la mentira de que él fue uno de los primeros en
descubrir la "fragilidad" del proyecto político de Zapatero, su
autoritarismo y su escasa capacidad intelectual, cuando muchos periodistas
independientes y libres llevamos seis años denunciando esas y otras cosas que
el tal Carnicero todavía no se atreve a ver.
Iñaki
Gabilondo, maestro y modelo en España del periodismo sumiso al poder y
cancerbero de la izquierda, se declara ahora "defraudado" por el
presidente, al que acusa de sobrevalorar sus fuerzas y minusvalorar las dificultades.
No es mucha crítica ante el que ha casi destruido la nación, pero algo es algo.
Entre
los que tiemblan ahora por haber defendido la mentira, el engaño y la
indecencia corrupta figuran otros como Antonio San José, Fermín Bocos y Antonio Papell, que hasta
escribió un libro laudatorio sobre aquel Zapatero que ya mentía de manera
compulsiva y desintegraba a España con sus pactos anti-PP, estimulando el
desigual y anticonstitucional Estatut de Cataluña y
conviviendo amigablemente con la corrupción, el abuso, el despilfarro y la
ruina económica y moral.
Otros,
como José Luis Gómez, acusan ahora a Zapatero de poner en peligro "el
andamiaje básico de la democracia española", pero la mayoría de los perros
del poder, cargados de oprobio y de ridículo, prefieren guardar silencio y
mantener ahora una especie de neutralidad cobarde que en ellos resulta
incomprensible y lamentable.
Hasta los más recalcitrantes, como Miguel Ángel Aguilar y Enric
Sopena, se les nota la duda y la vergüenza de haber
servido como coraza a un salteador de la política española.
Detrás
de estas "estrellas" del periodismo sometido al poder hay legiones
enteras de periodistas incrustados en los medios, instituciones y empresas del
poder, que defienden a sus amos o ocultan sus desmanes
y vergüenzas. Muchos de ellos, sobre todo en Andalucía, donde la corrupción y
el abuso han alcanzado niveles de vómito, sienten vergüenza ante su cobardía,
pero se justifican pensando que no pueden hacer otra cosa, porque necesitan
comer y alimentar a sus proles.
Y es que la realidad de la inmensa incompetencia de Zapatero, así como la
inconmensurable cobardía de todo el PSOE, como todas las verdades, terminan por
abrirse camino y por relucir, aunque haya dispuesto de ejércitos sometidos y
lubricados de opinadores hábiles en la pleitesía, que
un día renunciaron al más sagrado de los principios del periodismo democrático,
el deber de fiscalizar a los poderes públicos para que no consigan hacer lo que
Zapatero y los suyos han hecho con España: instaurar el reino del abuso y del
mal gobierno, traicionando a sus ciudadanos y conduciendo a su país hacia el
precipicio.