ESPAÑA NECESITA UN PSOE
REGENERADO
Artículo de Francisco Rubiales
en “Voto
en Blanco” del 19 de junio de
2011
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El actual PSOE, destrozado por el mandato de Zapatero
e infectado por la corrupción y el abuso de poder, está perdiendo el favor de
la ciudadanía y se ha convertido ya en una carga insoportable para España que,
incluso, corre el peligro de desaparecer como gran partido y ser sobrepasado
por otras organizaciones políticas, hoy minoritarias, como Izquierda Unida y UPyD.
Sin embargo, a pesar del inmenso deterioro socialista y del grave daño causado
por ese partido a España durante el mandato de Zapatero, el país necesita que
el socialismo se regenere y vuelva a ser grande como opción política y de
gobierno.
La desaparición del PSOE sería para España una desgracia casi tan grande como
ha sido el "zapaterismo" porque dejaría al
país en manos de una derecha ensoberbecida y crecida, que ejercería el poder
sin contrapeso y sin el control de una oposición fuerte, imprescindible en
democracia.
Sin la posibilidad real de una alternancia en el poder, la democracia deja de
serlo y se convierte en una dictadura de partido, aunque sea legalizada por las
urnas. Con un partido hegemónico que se sienta dueño del poder, los ciudadanos
se convierten en rehenes y la corrupción suele anidar dentro del partido
dominante con una virulencia insoportable, como ha ocurrido en Andalucía
durante las tres décadas de dominio socialista sin una oposición capaz de
servir de contrapeso.
En este contexto de regeneración necesaria del socialismo, la retirada
definitiva de Zapatero y la convocatoria de elecciones anticipadas es la
condición previa y necesaria a la regeneración socialista. Si esa retirada del
dirigente fracasado no se produce, el socialismo español seguirá concitando el
rechazo y hasta el odio de los ciudadanos, sentimientos que se plasmarían en
una derrota tan rotunda en las elecciones generales de 2012 que pondría en
peligro la misma supervivencia del PSOE.
La postura de Zapatero y su equipo, que piensan que lo único que deben hacer
tras la derrota sufrida el 22 de mayo es "corregir los errores" y
"explicar mejor" la política socialista constituye un error garrafal
y representa para el socialismo un paso adelante hacia la derrota y el fracaso.
Las premisas imprescindibles para la regeneración socialista, les guste o no,
es la desaparición política de Zapatero y la condena pública del Zapaterismo, reconociendo ante los españoles los profundos
daños que esa política ha causado. Solo después de esas medidas, una vez producidas
la necesaria catarsis y expiación, podrá reconstruirse un partido que hoy está
minado por la corrupción, el clientelismo, la pérdida de ideas, valores y
principios, la alteración de las prioridades y el deterioro general de una
militancia que se ha olvidado de la primacía del bien común y del servicio,
sustituyéndola por una obsesión desordenada por el poder y los privilegios.