EL CACIQUISMO
SOCIALISTA QUE HA ARRUINADO A ESPAÑA
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto
en Blanco” del 04 de julio de
2011
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
No es la crisis la que
ha arruinado a España, sino el socialismo cacique y despilfarrador. Lo mismo ha
ocurrido en Europa, donde sólo los países que han sido administrados por el
socialismo no consiguen superar sus dramas económicos.
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España no ha sido arruinada por la crisis sino por sus políticos,
despilfarradores, torpes, ineptos y transformados en caciques que administraban
con capricho el dinero público. En lugar de imitar a la hormiga, han copiado a
la cigarra y nos han dejado sin nada en los tiempos duros. Han construido
universidades en cada provincia, aeropuertos que no tienen aviones y líneas de
alta velocidad utilizadas por 10 o 12 personas al día. Pero la mayor insensatez
de los nuevos señoritos despilfarradores ha sido engordar el Estado hasta
provocarle obesidad mórbida, llenándolo de enchufados, amigos del partido,
familiares de políticos y otros parásitos que cobran sin aportar nada. La
nómina de asesores se ha disparado y se han creado centenares de empresas
públicas con dos únicos fines: incrementar la capacidad de endeudamiento y
colocar a miles de enchufados.
Aunque los dos grandes partidos políticos españoles, el PSOE y el PP, han
exhibido comportamientos similares, el comportamiento del PSOE ha traspasado
todas las líneas rojas y ha convertido la administración de los fondos públicos
en una verbena, tras comprar, una y otro vez, votos nacionalistas con el dinero
de todos y haber realizado tropelías como pagar con dinero público la campaña
de Moratinos para dirigir la FAO, entregar casi 100 millones de euros a la ONU
para financiar políticas de igualdad, pagando de ese modo, también, el alto
puesto de Bibiana Aído y utilizar aviones del ejército
para asuntos del PSOE.
Los socialistas han hecho ricos a los sindicatos y a la patronal. En Andalucía,
los jefes de UGT y de CC.OOO son magnates y la Confederación de Empresarios
(CEA) es una imperio donde sobra el dinero por todas
partes y en cuyo seno han proliferado empresas que muchos sospechan que están
vinculadas a altos cargos de la patronal, beneficiados por ese lamentable
montaje.
Las cajas de ahorro, que eran el más social y humano instrumento financiero
existente en el mundo para las clases más humildes, han sido destruidas por el
despilfarro de los nuevos caciques políticos y sindicales, que han entrado en
sus consejos y patronatos para desplazar a los profesionales, imponer políticas
sectarias y entregar créditos, muchas veces impagados, a los partidos y a los
amigos del poder, delitos canallescos que, como muchos otros perpetrados por la
"casta" política española, han quedado impunes.
En algunos países prósperos de Europa, muchos se sienten indignados por el uso
frívolo y sectario que España ha hecho de los algunos fondos europeos de ayuda.
Los aeropuertos sin aviones y los trenes de alta velocidad sin pasajeros son ya
el argumento supremo que equipara a España con la arruinada Grecia de Papandreu, también socialista.
Los gastos de publicidad, utilizada para comprar periodistas y medios de
comunicación, el despilfarro en concursos públicos, muchos de ellos entregados
a dedo a empresas de amigos del poder, a cambio, quizás, de comisiones ocultas,
completan el cuadro de un poder que se ha sentido tan seguro frente a un pueblo
fanatizado y acobardado que no le ha temblado el pulso a la hora de culminar
desmanes y abusos como los de los falsos EREs en
Andalucía, la violación de los principios del urbanismo, la subasta de
concesiones y otras muchas canalladas que, si no son castigadas por la
Justicia, constituirán la base de lodo y excremento que convertirá la falsa
democracia española en una nauseabunda y vergonzante "coprocracia"
(gobierno de mierda).