LA CRISIS DEL PP TAMBIEN ARRASTRARÁ
AL PSOE
Artículo de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 10 de febrero de 2009
Por su interés y relevancia
he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Algunos pensadores livianos y cortos estrategas socialistas
están eufóricos porque el PP, pésimamente conducido por Rajoy, se hunde y
comienza a desintegrarse. Los muy ilusos ignoran que la crisis del PP también
les arrastrará a ellos y acabará con el actual bipartidismo desprestigiado, el
que tan mal ha gestionado el poder en la España del presente.
Ocurrirá como cuando cayó el Muro de Berlín, que los estrategas de Occidente se
las prometían felices ante la derrota del comunismo, ignorando que la fuerza
del sistema occidental se sostenía en la bipolaridad y en una guerra fría que
estimulaba la competencia, fortalecía a los dos bandos y que, al desaparecer,
destruyó los cimientos del sistema y abrió las puertas a la crisis actual de la
democracia y del sistema capitalista, la peor en más de un siglo.
Al PP le llueven los problemas de todos los lados. Tras el escándalo del
espionaje en Madrid, ahora se destapa una presunta trama de corrupción en
Boadilla del Monte, sin haberse cerrado todavía el escándalo del número uno de
las listas populares en Orense. Con la Fiscalía y algunos jueces sumisos al
poder destapando miserias y corrupciones en el PP, lo más probable es que sus
votantes se convenzan de que los suyos no son mejores que los adversarios y que
los populares cosechen una derrota sonada en las próximas elecciones vascas y
gallegas, lo que, lógicamente, debería poner fin al nefasto liderazgo de Rajoy.
Pero el verdadero problema de la derecha quizás comience entonces, ya que no se
vislumbra en el PP líder alguno con capacidad de cohesionar las filas e imponer
disciplina, lo que podría desencadenar un proceso de desintegración similar al
que acabó en pocos años con la UCD de Adolfo Suárez.
El PSOE, un partido igualmente marcado por la ineptitud y la corrupción, aunque
más cohesionado y disciplinado, es el principal protagonista del mal gobierno
que está arrasando España y no sabe que la muerte de su enemigo traerá consigo
la propia desgracia, ya que el poder del PSOE, un partido que ha sustituido
ideología y principios por una gestión clientelar basada en el reparto de
privilegios y recursos entre sus huestes y aliados, se fundamenta en la
dualidad Izquierda-Derecha y en una partitocracia de diseño bipartidista que se
vendrá abajo cuando se quiebre una de las dos columnas que sostienen el templo
de la falsa democracia española.
Asi que, como no son tontos, pronto veremos con sorpresa cómo el PSOE apuntala
e inyecta recursos y oxígeno a la derecha española en descomposición. Será un
espectáculo grotesco que pondrá de relieve toda la falacia que inunda el
sistema político español, urgentemente necesitado de reformas democráticas y de
transfusiones masivas de ética y valores.
La pobre España, ya puesta de rodillas por la peor crisis económica de su
historia moderna y avanzando veloz hacia los seis millones de parados, la
pobreza y, posiblemente, también hacia convulsiones sociales de inquietante
alcance, tiene que afrontar, simultáneamente, una catarata suplementaria de
crisis y dramas tan dañinos como la crisis política, el derrumbe de los
valores, el mal gobierno y el desprestigio de sus instituciones, líderes y
hasta de una democracia que ha sido adulterada y degradada por los partidos y
los políticos profresionales.
Si a ese rio de dramas se agrega el monstruoso tamaño de su Estado, uno de los
más costosos e ineficientes del mundo desarrollado y con una dimensión tres
veces superor al que los expertos consideran apropiado, plagado de presidentes,
ministros, consejeros, senadores, diputados, gobiernos regionales, provinciales
y locales, toda una plaga de alcaldes, concejales, asesores, enchufados,
beneficiados y parásitos de todo pelaje, todos ellos cobrando del erario
público y sin producir riqueza alguna, la desgraciada España se dirige ya hacia
el precipicio.
La única esperanza para esa parte honrada y demócrata de España que contempla
con dolor y tristeza el colapso del país y el sucio espectáculo del
bipartidismo ineficaz y antidemocrático que gobierna España reside en el
crecimiento de nuevos partidos y movimientos auténticamente democráticos y
ciudadanos, como UPyD y Ciudadanos, que sean el embrión de un futuro decente
para los españoles.