MANIQUEÍSMOS
Artículo de Eduardo San Martín en “ABC”
del 25 de mayo de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
En un
tiempo felizmente superado, aunque no hace tanto, una parte de la izquierda
realmente existente se atribuyó el monopolio de la verdad y del sentido de la
historia. Pero fue la historia la que finalmente colocó a cada cual en su
sitio, aunque no pudo devolver la vida y la hacienda a los muchos millones de
personas sacrificadas en el intento de convertir en realidad esa fatua
pretensión
Sería
mezquino establecer un continuo entre aquella trágica experiencia y la
izquierda de nuestros días, un escrúpulo que esa misma izquierda no alberga
respecto de la derecha española actual, a la que atribuye sin pestañear la
condición de heredera del franquismo y sus crímenes. Pero esta izquierda sigue
pareciéndose a la de otros tiempos en la soberbia de creer que cuenta con otro
monopolio, el de la razón moral. Lo que se traduce en esa irritante visión
maniquea del mundo según la cual «nosotros» luchamos por el progreso y la
suerte de los más débiles y «ellos» representan a la codicia y el imperio de
los fuertes. Y para alimentar esa fantasía no hay más remedio que recurrir a
flagrantes falsificaciones del pasado.
En las
palabras de Zapatero «no acepto ni una sola crítica de aquellos que nunca se
acordaron de la política social, ni ayer ni hoy, ni se acordarán mañana»,
alienta esa vanidad superlativa en virtud de la cual la socialdemocracia se
considera creadora y única defensora del estado de bienestar. No importa que
respetables historiadores de la propia izquierda (Tony Judt)
hayan reconocido la participación decisiva del centro derecha europeo de
posguerra en la consolidación de ese modelo. Ningún gobierno, de un signo u
otro, discute su continuidad sino cómo hacerlo sostenible cuando no salen las
cuentas. Son políticas como la seguida hasta ahora por el Gobierno las que han
constituido su mayor amenaza.