EURODIPUTADOS DEL PSOE PROPAGAN LA "ESPANTÁ" DE ROSA DÍEZ
Informe de Eloísa Sánchez Bolinaga en “El Semanal Digital” del 17.04.07
Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
Ha sido la última jugada, con
Ferraz por medio enviando y recibiendo e-mails, para desprestigiarla. Muchos
compañeros socialistas la apoyan, pero en silencio. A las duras, está sola.
17 de abril de 2007. El piquete de miembros del Grupo Socialista español en el
Parlamento Europeo contra su compañera de filas, Rosa Díez, se recrudece. Tantas
veces arriesgó la política vasca su vida por el apego a unos principios decentes
por la Libertad con los que no negocia como quien cambia cromos, que los "suyos"
se empeñan en abandonarla como la prueba de buena voluntad ante el nacionalismo,
el que gobierna y el que asesina. Y qué mejor síntoma de la deriva socialista
que la nueva constatación de que al PSOE le sobra gente de la calidad de Rosa
Díez.
Según ha podido saber Elsemanaldigital.com de fuentes solventes, la última
entrega de la purga de la dirigente vasca por parte de algunos eurodiputados
socialistas pasa por seguir etiquetando a Rosa Díez como una "traidora" al
propagar la especie de que tiene tomada la decisión de abandonar sus filas y,
sin renunciar a su acta, se pasará el grupo parlamentario de los no inscritos en
la Eurocámara. La irritada reacción de las filas del PSOE se ha desencadenado a
raíz del artículo publicado por la eurodiputada el pasado 14 de marzo, bajo el
título "Preparándose para volver", en el diario El Mundo.
Rosa Díez tiene temperamento, sabe decir lo que piensa y transmite convicción. A
la mayoría de los políticos les gustaría que se pudiera decir eso mismo de
ellos. El artículo en cuestión delata la liquidación de cualquier atisbo de
moral por parte de una izquierda ajena a sus propias tradiciones y advierte de
que "no permitiremos, sin luchar hasta el fin de nuestras fuerzas, que los
terroristas entren en las instituciones democráticas del País Vasco. (…) La
verdadera derrota, la puntilla a nuestra resistencia, sería que les dejaran
volver a los ayuntamientos y diputaciones sin dejar de ser lo que son,
terroristas. (…) Si ellos vuelven, muchos de nosotros tendremos que irnos".
Precisamente, ese "si ellos vuelven, muchos de nosotros tendremos que irnos"
-del País Vasco, según sobreentiende cualquiera- ha servido a europarlamentarios
para desatar el nuevo asedio interno contra la incómoda Díez y transmitir,
incluido un intercambio de e-mails con la sede de Ferraz, según consta a este
periódico, la infundada sospecha -entre cataratas de descalificaciones- de que
va a cambiar de bancada sin renunciar a su acta de eurodiputada. Es evidente que
su presencia molesta en el Grupo del PSOE. Cuando asiste, hay más que
resquemores en las reuniones de los socialistas europeos. Ya sólo es cuestión de
tiempo que se complete la quema en la pira pública.
Quizá haya muchos, en el Partido Socialista, que están de acuerdo con Rosa Díez,
pero su silencio los delata como políticos más preocupados por el sillón que por
otras cosas. Porque el hecho que consterna y entristece es que, salvo contadas
excepciones, nadie de su partido la acompaña. Está sola con la defensa de las
garantías de nuestros derechos y libertades. Y con las víctimas.