BOFETADA REPUBLICANA A ZAPATERO
Artículo de José Antonio Sentís en “El Imparcial” del 22 de julio de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
La
semana pasada empleé la forma sarcástica (que aparece en mi teclado cuando la
indignación llega al límite) para escribir en este periódico sobre las dádivas
de Zapatero a los nacionalistas (independentistas) catalanes a cuenta de la
financiación autonómica.
Avanzaba
que Zapatero había “humillado” a ERC dándole todo lo que pedía, incluso con
propina, y que podría seguir “humillándola” dando lo que pidiera en el futuro.
Y que los de ERC estarían molestos porque no había quedado claro su liderazgo
catalanista debido a la facilidad con la que habían logrado las cesiones de
Zapatero, que éste había aprovechado, además, para sacar pecho político tanto
por su “generosidad” hacia Cataluña, como por su capacidad de lograr el acuerdo
de financiación autonómica y, de paso, fraccionar al PP.
Ciertamente,
lo que traté con ironía más bien ácida tenía el problema de parecerse extraordinariamente
a la realidad. Este martes, la magnífica periodista que es Victoria Prego ha explicado en El Mundo cómo fueron las
negociaciones de ERC con Zapatero, en palabras de los propios protagonistas del
partido republicano. Lo resumiré aquí (y con gusto lo enlazaría a este
artículo, pero, desgraciadamente, la versión digital es muy escueta).
Dice
el dirigente de ERC Joan Ridao: “Yo le dije al
presidente [Zapatero]: tú tienes un problema, ¿con qué socios vas a aprobar los
Presupuestos y cómo vas a ir a la Presidencia de la UE si no los sacas? Así que
haz un esfuerzo y pon más dinero sobre la mesa”.
Y
añade: “Zapatero es el que dice a la vicepresidenta Salgado que hay que poner
más dinero aunque sepa que va a incrementarse el déficit público y va a aumentar
la deuda del Estado. Eso es algo que Solbes no habría aceptado”.
Y
concluye: “Zapatero me dijo que Solbes era el problema”… y por eso lo quitó.
El
resultado de todo fue que el órdago de ERC, que excedía incluso las
pretensiones de máximos del Gobierno de Montilla y de su representante Castells, fue aceptado en lo que tarda una llamada
telefónica por Zapatero, dispuesto, como se vio, a ceder en todo con tal de
garantizarse los apoyos parlamentarios suficientes para mantenerse en el poder.
¿Por
qué declara esto ahora ERC, una vez que dobló en todo el pulso a Zapatero?
Porque no había quedado claro para muchos quién había sido el vencedor de la
pugna. Había cedido tan fácilmente Zapatero que daba la impresión de que había
logrado un buen acuerdo que satisfacía a todos y que le encumbraba como el
mejor negociador, el más hábil estratega. Una impresión que llega al paroxismo
cuando Zapatero hace decir a Elena Salgado (quien, por cierto, ha quedado como
la chata) que “no habrá incremento del déficit, porque aunque tenga más el
Estado central, tendrán menos las autonomías, que son Estado”, como si no
hubiera aparecido de sopetón el compromiso de un dispendio extraordinario y,
por supuesto, no previsto hasta que llegaron los nacionalistas catalanes con su
insaciable voracidad.
ERC había sido empequeñecido en su victoria, y tenía que devolver la bofetada a
Zapatero (“Zapatero humilla a los nacionalistas catalanes”,
escribí entonces). Lo ha hecho gracias a una información espectacular de mi
admirada compañera Victoria Prego. “Zapatero, pon más
dinero sobre la mesa”. Y Zapatero puso nuestro dinero, y el dinero que deberán
nuestros hijos, para que le dejen continuar con ese indescriptible Gobierno que
padecemos. Pero no le iba a salir del todo gratis, porque hasta unos señores
tan raros como ésos de la Esquerra se bastan y se sobran para sacar los colores
a nuestro Gran Timonel.
Postdata
gibraltareña
La cosa no quedará ahí, porque a Zapatero siempre le ha gustado el
procedimiento de ningunear a los interlocutores cediendo en todo lo que le
piden. Lo acaba de hacer con Gran Bretaña y su colonia gibraltareña enviando a
Moratinos en porte genuflexo en peregrinación tras la
Verja.
Pero,
si rifa nuestro dinero ¿por qué no va a rifar nuestra dignidad? Ése es el
problema del minigobernante que no sabe que su
trabajo es mejorar la herencia de las generaciones pasadas y cuidar de su
patrimonio moral y material acumulado, y no reinventar la historia e hipotecar
el futuro.