LA ANOMALÍA COMO SISTEMA
Artículo
de Hermann Tertsch en “ABC”
del 29 de junio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Hasta en Estados
Unidos, el secretario del Tesoro cita expresamente a España como
excepcionalidad
NO
fuimos pocos los españoles, civiles y militares, que reaccionamos con
perplejidad ante el nombramiento en su día como ministra de Defensa de una
política socialista, Carmen Chacón, que sólo había destacado por su sectarismo,
su pacifismo antimilitarista y el nacionalismo catalán que con tanto celo
practican los charnegos. Ese celo, tan propio de Montilla, la llevó a
solidarizarse con el actor Pepe Rubianes cuando este entonó su célebre «Puta
España». Más de 1.700.000 citas tiene el «Puta España»
en Google. Más de 21.000 citas relacionan el «Puta España» con la ministra de
Defensa. Estarán de acuerdo con que da cierta impresión de que se eligió al
animal equivocado para cuidar a las gallinas. Ahora parece que existe un
inmenso interés por quitar a Ejército y Guardia Civil el lema de «Todo por la
Patria». Debe de molestar a alguien este lema tradicional, tan querido y tan
lógico para unas fuerzas militares dedicadas precisamente a eso, a darlo todo,
incluida la vida, por la Patria. Pero no, «Todo por la Patria» parece un lema
ofensivo para algunos. Y «Puta España», un lema al que adherirse. Reconocerán
aquí una cierta anomalía. Pero ésta se ha convertido ya en sistema. Patrocinada
por Zapatero, que es en sí la mayor anomalía que sufre este país. La que nos aleja
cada vez más de la normalidad de los países desarrollados de nuestro entorno.
Curiosa
anomalía también la que supone que nuestro Parlamento celebre una solemne
ceremonia, bajo presidencia del Rey, en honor de las víctimas —que por supuesto
aplaudimos—, pero siga sin revocar el permiso que dio a Zapatero para negociar
con la banda. ¿Cuánto hemos de esperar para que se revoque esa vergonzosa
resolución? Quizá tanto como para saber quiénes fueron los altos mandos
policiales que colaboraron con ETA en el escándalo Faisán y quién les dio la
orden. El hecho de que mandos policiales colaboren con los asesinos de sus
subordinados resulta una anomalía tan macabra que sólo se puede explicar como acto de suprema
obediencia. Por eso nos preguntamos a quién debían obediencia. A las
víctimas no se las honra sólo con sentidos homenajes, sino persiguiendo a sus
verdugos y quienes colaboran con ellos. La anomalía que suponemos ya en Europa
es la que habíamos logrado dejar de ser durante la transición y que
precisamente los enemigos de la transición se han ocupado de reimplantar. Hasta
en Estados Unidos, el secretario del Tesoro cita expresamente a España como
excepcionalidad. Con Grecia. Anomalía son sin duda ciertos personajes de este
Gobierno que producen vergüenza ajena cuando hablan aquí y vergüenza nacional
cuando lo hacen fuera. En fin, el catálogo es ya infinito porque lo ha generado
la subcultura ideológica y el desprecio a la cultura, a la tradición
intelectual, a la verdad y al valor de la palabra de ZP y su tropa.