EL ESTRATEGA
Artículo de Alfonso USSÍA en “La Razón” del 14.12.05
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El estratega del PSOE es Pepiño Blanco. Piensa menos que una almeja de sus costas gallegas. Repito lo que escribió P. G. Wodehouse de un coetáneo: «Su coeficiente de inteligencia era menor que el de una almeja vuelta al revés; una almeja, todo hay que decirlo, que hubiera sido golpeada en la cabeza en su infancia». El gran Wodehouse se refería a su amigo Charles Morton-Basset, un joven político conservador cuya única intervención en la Cámara de los Comunes se recuerda porque carraspeó dos veces y volvió a sentarse en su escaño al constatar que no se le ocurría nada que decir. Se sentó abrumado, y Wodehouse describió su expresión como la «de un pterodáctilo
con una pena secreta».
Esa es la gran ventaja que nos sacan los ingleses a los españoles. En Inglaterra, un molusco o un berzotas pueden obtener un escaño o un despacho en un partido político, pero en el escaño se duermen y en el despacho no piensan en estrategias. Aquí en España, sucede lo contrario. Pepiño Blanco, por ejemplo, ha encontrado la fórmula para detener el avance del Partido Popular y suspender el vertiginoso descenso del socialismo. Hablar de nuevo del «Prestige», de la guerra de Irak y del accidente del Yakolev. Con todo el respeto que pueda merecer don Pepiño, eso no se le ocurre ni al más torpe de los berberechos.
Muy mal tiene que estar el ambiente en el PSOE para que el argumento de fortalecimiento de su credibilidad tenga semejante cariz. Porque el problema de don Pepiño es que ignora la vigencia de la memoria. Cree que la ciudadanía en lugar de cerebro tiene una berenjena occipital. Porque de mirar hacia atrás, surgen acontecimientos infinitamente más graves que el acidente del «Prestige» –que fue
eso, un accidente ajeno a responsabilidades del Gobierno–, que la guerra de Irak, en la que España estuvo presente como una Fuerza de Paz, y el accidente del Yakolev, que no cabe en cabeza humana pueda identificarse con una mala intención política. Otra cosa en el GAL, y la corrupción generalizada y la vertiginosa putrefacción de la ética pública en los últimos años de la anterior etapa socialista, que no dista en exceso de los tiempos actuales. Abrir la caja de los truenos para ser fulminado por un rayo es riesgo que no se le ocurre ni al más osado de los muñecos que aparecen en las películas de dibujos animados. Había uno, cuyo nombre no recuerdo, que le estallaban todos
los petardos que ponía a los demás. Creo que era un conejo, pero no puedo asegurarlo.
Si eso es lo que guarda el PSOE para detener al Partido Popular, lo correcto es darles el pésame con profundo sentimiento. Intuyo que tiene que haber gente preparada e inteligente en los espacios medios del socialismo. Lo intuyo y lo deseo, por cuanto un partido de la importancia del PSOE convertido en un guateque de berzotas es malo para todos los que creemos en el sistema democrático. Me duele que se le haya secado la cabeza a don Pepiño Blanco, el indomable estratega. Eso, lo de la almeja vuelta del revés.