CRECIMIENTO
Artículo de Alfonso Ussía en “La Razón” del 14-7-09
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Cuentan que Micky Rooney tomaba unos zumos de frutas en compañía de Gary Cooper.
Rooney era más listo que Cooper, como establece la
leyenda urbana de que un bajito es siempre más inteligente que un alto. El
tercer zumo de pomelo se le subió a Rooney a la
cabeza y comenzó a poner en duda la calidad interpretativa del gran Gary. Éste,
tímido y amable, apenas le hizo caso y atribuyó aquella inesperada agresividad
a los efectos del pomelo. Rooney dio un puñetazo en
la mesa, se incorporó, y antes de abandonar el local, señalando con un dedo el
rostro de Cooper, le soltó la amenaza: «¡El día que
crezca, te dejo sin trabajo!». Y fuese. Para mí, que a Rosa Díez se le podría
llamar desde ahora Rose Rooney. En nada se parece a Micky físicamente. Es más alta que el formidable y
malhumorado tapón de la generación de los dioses, que así la bautizó Terenci Moix. Pero tiene la misma
idea del crecimiento que Rooney, o lo que es igual,
parecida fantasía al respecto. Micky soñaba con ser
alto y albergaba esperanzas de un súbito subidón de centrímetros. Y Rosa, o Rose, sueña con ser la dirigente de
un gran partido político, y no encaja adecuadamente sus sueños con la realidad.
Con motivo del abandono de Mikel Buesa, al que se han
unido una veintena de dirigentes de UPyD, Rosa Díez
ha dicho que todo se debe a que su partido está en fase de crecimiento. Átenme
a esa mosca por el rabo. Se van veinte -y los que seguirán su camino en los
próximos días-, y el partido crece. Astuta manera de interpretar un fracaso. Ha
salido en su defensa Fernando Savater, el ideólogo de
la cosa, y le ha hecho un flaco favor. Savater fue de
convidado a La Moncloa y abandonó el Palacio de las soledades convencido de que
la negociación con la ETA era no sólo conveniente sino fundamental. Y ha dicho Savater que sin la fortaleza de Rosa Díez, el futuro de UPyD no existe. Para un escéptico bondadoso, el futuro de UPyD no existe ni con la fortaleza de Rosa Díez ni sin
ella. Excesiva frivolidad. José María Marco le dice «pontífice» con sabio
cachondeo, y le atribuye una insuperable capacidad para trivializar la
realidad. Rose Rooney es de palabra fácil y cimero
populismo. Pero le gusta mandar más que al Príncipe de Asturias decir «la
Princesa y yo». Mujer de armas tomar, que es definición antigua. Y se le van
veinte por día, por aquello del crecimiento, como la economía de España, según Zapatero,
antes de las últimas elecciones generales. «Aquí no hay crisis y crecemos». Y
vaya si hay crisis y en qué estatura nos estamos quedando. Mis primeros
profesores me enseñaron que crecer es sinónimo de aumentar. Al cabo de los años
me veo obligado a reconocer, no sin dolor, que mis primeros profesores estaban
equivocados. Para Rosa Díez, crecer es lo mismo que disminuir, y si es así,
tiene toda la razón y este texto carece de fundamento. Cuando un partido
político carece de contenidos, está cimentado en el oportunismo, vive del
populismo barato y concentra todo el poder en manos de una mujer excesivamente
habladora, puede crecer una barbaridad. Tanto, que al paso que lleva su
crecimiento, se puede quedar con Rose Rooney y Savater haciendo ganchillo.