CANDIDATURA
AL CONSEJO DE DIRECCIÓN
ENCABEZADA POR VALIA MERINO VALLINA
POR
LA RECUPERACIÓN DEL MANIFIESTO FUNDACIONAL.
POR UN PARTIDO
REALMENTE LIBRE Y DEMOCRATICO
POR EL RESPETO A LOS
DERECHOS DE LOS MILITANTES
COMPAÑEROS:
En el comienzo del
Manifiesto Fundacional de nuestro partido podemos leer…
… Vamos
aún más lejos, a riesgo de escandalizar a los timoratos: consideramos a los
ciudadanos capaces de pensar por sí mismos y de elegir en consecuencia, de
acuerdo con las ofertas de los partidos y su experiencia de la situación
histórica que vivimos. Por tanto no creemos que nadie esté obligado a votar
siempre lo mismo o a resignarse a las opciones políticas vigentes, cuando ya le
han decepcionado anteriormente…
Esta es una
afirmación rotunda, podría ser un principio demoledor y transformador de
nuestra sociedad. Entonces ¿por qué no es posible aplicarlo dentro de nuestro
partido? ¿Por qué no podemos cambiar donde dice “ciudadanos” por “afiliados”, o
aún más por “militantes”? Porque pensamos que hoy nuestro Manifiesto no se
cumple en nuestra propia casa y porque creemos que es necesario dar la palabra
al militante, presentamos nuestra Candidatura al Consejo de Dirección con unos
muy claros
OBJETIVOS:
-Queremos defender,
proclamar y recuperar el espíritu del Manifiesto Fundacional de UPyD, pilar de nuestra esperanza transformadora, de un Proyecto
Nacional de regeneración y dinamización de nuestra sociedad, alejándonos de
cualquier federalismo cooperativo, oportunista, estéril y contrario al Concepto
de Nación que nos agrupó en torno a este Partido
-Creemos que la
regeneración democrática es esencial en la vida política española, y que el
primer paso es el efectivo funcionamiento democrático de los partidos, tal y
como exige la Constitución Española. El partido debe ser un ejemplo del modelo
de sociedad que predica y que persigue. Para consolidar ese Partido como
ejemplo social nos comprometemos a:
1.- Convocar y realizar en
el plazo máximo de un año un congreso realmente constituyente que asegure:
-Un nuevo reglamento
elaborado democráticamente asegurando un sistema electoral justo y cuyo punto
de partida sea conforme al espíritu fundacional del Partido: listas abiertas,
separación de poderes, limitación efectiva de mandatos, etc.
-Una preparación de las ponencias abierta y democrática que
favorezca la participación en la generación y la discusión de las enmiendas. En
este Congreso defenderemos las enmiendas que nos permitan configurar unos
Estatutos que contemplen y garanticen de forma efectiva la separación de
poderes y la participación de los afiliados en igualdad.
-La participación de todos los compañeros del partido, por lo tanto
sin expedientados, levantando todos los expedientes existentes sin excusa ni
debate y readmitiendo a todos los afectados con todos sus derechos, e invitando
a volver a todas las personas que han abandonado nuestra formación
garantizándoles su antigüedad como militantes.
2.- Convocar elecciones a
los distintos órganos locales (Asambleas Locales, Coordinadoras Provinciales y
Coordinadoras Territoriales)
de forma que todos los procesos electorales estén finalizados antes
de seis meses y se realicen desde abajo hacia arriba, contando con los CELs, es decir con la unidad básica de militancia,
construyendo definitivamente un partido democrático desde la base, respetando
el criterio de listas abiertas y representación de todas las sensibilidades en
todos los órganos elegidos, garantizando la vinculación del representante con
su representado.
Por lo
tanto, si consideras que la situación actual del partido no es la que te animó
a formar parte de este proyecto ilusionante y esperanzador para España que es
Unión Progreso y Democracia y crees que es posible recuperar nuestros orígenes
fundacionales te pedimos tu voto y tu apoyo.
Llegar a
esta postura no ha sido fácil y si tu paciencia lectora no se ha consumido y tu
curiosidad te llama a seguir adelante queremos explicarte el
POR QUÉ y PARA QUÉ.
Quisiéramos, en primer lugar,
agradecer a todos nuestros compañeros el grado de implicación que mantienen en
este ilusionante proyecto que, a pesar de todo, sigue siendo UPyD. Esa ilusión, ese quehacer diario en condiciones
difíciles y sin el reconocimiento debido, ha permitido que el Partido llegue
hasta aquí y se haya convertido en un referente para muchos españoles
preocupados por su futuro y el de sus hijos y por la zafia realidad de nuestros
políticos gobernantes.
No queremos que esa
ilusión se pierda, no queremos que ningún aparato nos la robe, queremos
revivirla, queremos ponerla al servicio de nuestros conciudadanos.
La estrategia del
actual Consejo de Dirección que, si sale elegida, posiblemente sea elevada a la
máxima potencia por la candidatura de Rosa Diez al I Congreso del partido, ha
demostrado a lo largo del proceso precongresual que no le interesa que el
militante de UPyD piense, opine y pueda contribuir y
decidir por cauces realmente democráticos y participativos. Buena prueba de
esto es el ejemplo que hemos vivido en Madrid y en otras provincias durante el
proceso de elección de delegados, propio de otras épocas y un ejemplo que
debería ser desterrado de la memoria de aquellos que quieren, desde la
democracia, transformar nuestra sociedad con un nuevo impulso vital recuperando
la ilusión puesta en el proyecto inicial de Plataforma PRO-UPyD
y desde luego, en su magnífico Manifiesto Fundacional.
Conviene recordar que
en estos dos años de recorrido, muchos de nuestros compañeros se han quedado en
la cuneta, han visto rotas sus ilusiones, han sido expedientados por no ser
sumisos o sencillamente, han sido ninguneados y sustituidos en sus funciones
por otros más dóciles y fieles a la Dirección. Baste un dato para sustentar
esta idea: más de la mitad de los miembros del primer Consejo Político han
desaparecido, se han marchado a sus casas o han sido expulsados o
expedientados, siendo sustituidos por amigos de la oligarquía dominante.
UPyD
se ha configurado como una imagen mediática externa (un monoplaza magenta que
busca desesperadamente su puesto en la carrera electoral) con una rígida
organización que no sólo no tiene ningún interés en fomentar el debate político
interno, sino que lo ataja sin contemplaciones.
Así, por ejemplo, a
estas alturas del debate congresual, ninguno sabemos ni tenemos un solo dato
fehaciente de cuantos afiliados y, por tanto, con qué representación se acude
al I Congreso desde cada zona de España. Al principio éramos unos siete mil
afiliados, luego se corrigieron las cifras sin saber como
y eso dio lugar a otro número inferior para cuadrar necesariamente los
aproximadamente 500 delegados necesarios. Lo cierto es que oficialmente en
ningún órgano del partido se han dado cifras sobre el total de afiliados y en
consecuencia desconocemos el criterio por el cual se hayan fijado los Delegados
a atribuir a cada provincia. Queremos un censo oficial ya y así lo hemos
exigido a la Comisión Electoral.
Tampoco nunca, hasta
ayer, hemos tenido a nuestra disposición un solo dato relativo a la gestión
económica del actual equipo directivo. Y muy probablemente aquí esté el quid de
la cuestión, el aparato está manejando unos 3 millones de euros anuales sin dar
explicaciones a nadie. ¿Es esta la transparencia que exigimos? Queremos unas
cuentas del Partido abiertas a los militantes, con actualizaciones trimestrales
y auditadas anualmente.
No podemos sustraernos
a la situación convulsa que ha sufrido nuestro partido en los últimos meses.
Ocultarla sería cerrar los ojos ante la realidad y debemos afrontarla con la
valentía con la que se creó este partido. Más aún, debemos preguntarnos el por
qué de estos problemas y si los actuales órganos del partido han hecho todo lo
posible para resolverlos con la mayor transparencia posible, permitiendo y
fomentando el debate interno entre todos los afiliados, debate que solo puede
surgir entre personas que, con un ideal común, pueden relacionarse entre sí
tanto como ellos mismos deseen y tras el conocimiento veraz e inmediato de los
problema planteados. Nuestra respuesta debe de pareceros obvia: NO
También consideramos
que este primer Congreso, nuestro Congreso Constituyente es antiestatutario pues el propio reglamento, elaborado sin
debate por los de siempre, cambia las normas establecidas en los estatutos
provisionales, vigentes hasta el fin del congreso. Y no en cuestiones menores,
sino en el núcleo mismo de la forma del partido. Donde los estatutos marcaban
que tanto el Consejo Político como el Consejo de Dirección serían elegidos por
el Congreso, y el CD elegiría a su portavoz, el reglamento lo cambia y plantea
un sistema presidencialista colegiado en el que el CD y su portavoz son
elegidos de manera indistinta por los afiliados durante las sesiones del
Congreso. Creando un sistema presidencialista autoritario, vaciado de mecanismos
operativos de balance y control. Por eso este Congreso no sirve y sin tardanza
tenemos que convocar otro realmente democrático y de acuerdo con nuestros
Estatutos fundacionales
Los afiliados a Unión
Progreso y Democracia que nos integramos en la candidatura que aquí presentamos
compartimos un conjunto de ideas que motivaron nuestro compromiso con este
partido y mantienen viva nuestra ilusión. Esas ideas son las que se recogen en
el magnífico Manifiesto Fundacional, documento que consideramos esencial para
la vertebración y consolidación de UPyD, pues
constituye una verdadera declaración de cuáles consideramos han de ser los
principios rectores de la vida política española y de la función de nuestro
partido dentro de ella.
Estamos convencidos de
que el origen de muchos de los males que sufre España hoy en día es que los
ciudadanos no son representados por los partidos políticos. Antes al contrario,
éstos se han convertido en maquinarias de poder que crían dentro de sí a sus
futuros servidores sin más fin ni objetivo que la perpetuación en el poder. Por
ello consideramos que el régimen interno, las normas que nos demos para regular
nuestra actividad, deben ser muestra de lo que podemos ofrecer a la sociedad en
el supuesto de que los ciudadanos concedan su confianza a los representantes de
UPyD. Este fue uno de los compromisos del Manifiesto
Fundacional que todos asumimos como propio al afiliarnos: “Ninguno de los
grandes partidos nacionales actuales -menos aun los nacionalistas- defiende
propuestas equivalentes a las nuestras. (…) Ninguno, finalmente, está
interesado en proponer reformas que revitalicen la democracia mermando el poder
de los aparatos de los partidos en beneficio de una deliberación pública y
abierta, más allá de la alienación sectaria y del dogmatismo carente de ideas”.
Todos creemos que la
democracia, que los sistemas democráticos, son los únicos que permiten en la
actualidad el desarrollo de la persona y del ciudadano en su condición de tal.
La democracia es algo más que la expresión periódica del ejercicio del derecho
de voto; supone la posibilidad real y efectiva para el ciudadano de integrarse,
de participar en la vida pública; y esta posibilidad pasa necesariamente por
una formación que le proporcione el conocimiento y la responsabilidad
imprescindibles para asumir su condición.
Tal y como se recoge en
el Manifiesto Fundacional: “Ser progresista es luchar contra las tiranías
que pisotean la democracia formal, así como contra la miseria y la ignorancia
que imposibilitan la democracia material.”
Conscientes de la
situación del Partido, del cercenamiento del debate y de la desilusión de los
compañeros que han castigado con su abstención el proceso precongresual
queremos comparecer aquí y ahora para decir no queremos que el Partido desaparezca,
no queremos que el Partido sea usurpado por una grupo de arribistas. Creemos
que un partido como UPyD es necesario para España y
solo será útil si es democrático y, porque creemos y estamos seguros que los
militantes también lo quieren, presentamos nuestra candidatura con unos
objetivos cortos pero claros, objetivos que si no se desarrollan significaran
el final de la esperanza y de la ilusión de muchos. Nadie nos podrá reprochar
que no lo hayamos intentando.
Las ilusiones que nos
agrupan, y que nos comprometemos a defender desde la dirección del partido en
el caso de salir elegidos como Consejo de Dirección son:
-Queremos que nuestro Manifiesto
Fundacional de UPyD sea el pilar sobre el que se
construya un Proyecto Nacional de regeneración y dinamización de nuestra
Sociedad, que ofrezca una alternativa a la grave crisis moral, institucional y
económica que padece España ofreciéndoles a nuestros conciudadanos un camino de
esperanza y de consolidación de nuestro futuro.
-Consideramos que este Proyecto Nacional no
puede asentarse sobre ningún federalismo ni cooperativo ni mediopensionista que
solo puede justificar y favorecer los problemas centrífugos que padece España
lastrando la solidaridad, la igualdad de sus ciudadanos y la competitividad de
su modelo económico-productivo y que además está en contra del Concepto de
Nación que nos agrupó en torno a este Partido
-Estamos convencidos de que, tanto en el
Estado como en cualquier otra organización humana, la concesión del poder a una
persona o grupo de personas tarde o temprano degenerará en corrupción. La
separación del poder en distintos órganos que mutuamente se supervisan,
controlan y moderan es, hoy por hoy, el único medio conocido para evitarlo.
-Pensamos que el partido debe procurar, con el
más celoso cumplimiento de la LOPD y legislación concordante, la relación entre
afiliados cualesquiera sea el órgano en que militan. Debemos aprovechar en lo
posible los medios tecnológicos que permitieron el nacimiento de UPyD para fomentar el debate interno y la relación entre
afiliados sin cortapisas ni censuras
Con el objetivo de cumplir estos
fines, nos comprometemos a:
1.-
Convocar y realizar en el plazo máximo de un año un congreso realmente constituyente
que asegure:
-La participación de todos los
compañeros del partido, por lo tanto sin expedientes, levantando todos los
existentes sin excusa ni debate y readmitiendo a todos los afectados con todos
sus derechos. Empezar de nuevo, limpios de polvo y paja e invitando a volver a
todas las personas que han abandonado nuestra formación desencantados con las
formas de la dirección, dándoles un plazo de un mes para ello y guardándoles su
antigüedad como militantes. No debemos permitir la fuga de nuestro capital
humano e intelectual.
-Un nuevo reglamento elaborado
democráticamente sin trampas que impidan un desarrollo democrático e
ilusionante del congreso, asegurando un sistema electoral justo, en el que
todos los candidatos puedan presentarse en igualdad de oportunidades,
facilitando desde el propio partido las herramientas informáticas adecuadas que
permitan el debate y la comunicación entre los afiliados y facilitando unos
procesos de elección de delegados limpios, claros y trasparentes, basados en la
verdadera participación de la militancia. Un reglamento, en fin, cuyo punto de
partida sea conforme al espíritu fundacional
del Partido: listas abiertas, separación de poderes, limitación efectiva de
mandatos, etc. No queremos más elecciones con un 70% de abstención ni listas impuestas por la Dirección
que se ha erigido en juez, fiscal y parte.
-Un nuevo congreso realmente
operativo para la discusión de las enmiendas a las ponencias política y
estatutaria que han debido ser generadas democráticamente y debatidas
abiertamente por la militancia en el periodo precongresual.
En este Congreso defenderemos la enmiendas que
nos permitan configurar unos Estatutos que contemplen de forma efectiva la
separación de poderes, un Consejo Político elegido en listas abiertas y con
criterios de respeto a las minorías que sea el órgano supremo entre Congresos y
el que supervisa y dirige al Consejo de
Dirección, elegido también en listas abiertas. Unas Comisiones
Electoral, de Garantías y de Finanzas independientes del Consejo de Dirección y
del Consejo Político y que deben velar por el cumplimiento de los fines
fundacionales el Partido sin injerencias ni de tipo jerárquico, de designación
o de cualquier otra clase.
Un nuevo Congreso que tomando como pilar
inspirador nuestro Manifiesto Fundacional sea capaz de convertirlo en la
alternativa que necesita España para salir del agujero en que nos han metido
PSOE y PP y sus socios nacionalistas, un llamamiento al pueblo español para que
crea en si mismo, en los valores que le han permitido
llegar hasta aquí y que haga germinar la esperanza en nuestro futuro
2.-
Convocar elecciones a los distintos órganos locales (Asambleas Locales,
Coordinadoras Provinciales y Coordinadoras Territoriales)
De
forma que todos los procesos electorales estén finalizados antes de seis meses
y se realicen desde abajo hacia arriba, con la intención de construir el
partido desde la base, contando con los CELs, es
decir con la unidad básica de militancia y por ende con todos y cada uno de los
afiliados de UPyD; procurando, por todos los medios
posibles, que estos procesos electorales se desarrollen con la máxima
transparencia, con absoluto y escrupuloso respeto a la igualdad de
oportunidades entre los candidatos, con total libertad y respetando el criterio
de listas abiertas y representación de todas las sensibilidades en todos los
órganos elegidos, garantizando la vinculación del representante con su
representado.
Mención aparte merece
el caso de Dª Rosa Diez. Aceptamos y defendemos su liderazgo, desde aquí le
ofrecemos integrarse con esta candidatura como portavoz del partido hacia la
Sociedad, pues apreciamos su magnífica actividad parlamentaria y queremos
preservar la inversión de medios humanos y materiales realizados por todo el
Partido y sus militantes en su persona, siempre y cuando ella acepte la
separación e independencia de poderes y se someta al sentir mayoritario.
Esta convocatoria de un
nuevo Congreso y de elecciones a todos los niveles son acciones que se pueden
llevar a cabo sin entorpecer ningún proceso electoral. Es más: beneficiarían
nuestra relación con la Sociedad porque esta inyección y demostración de
participación de los militantes solo puede derivar en nuestro crecimiento y
fortalecimiento como partido, como el partido que cumple lo que predica, el
partido que aporta esperanza y futuro a unos ciudadanos asqueados por su clase
política y preocupados por el entorno económico que esos políticos con su
nefasta gestión han generado.
Por fin si crees que el
Partido ha sido sustraído a sus militantes, que la Dirección predica lo que no
cumple en casa, que cercena el debate para perpetuarse en el poder; si todavía
crees que es posible recuperar el proyecto ilusionante y esperanzador para
España que es Unión Progreso y Democracia y que algún día te atrajo, te pedimos
tu voto y tu apoyo.
Entre todos, si queremos, podemos hacerlo, si militas no
te quedes en tu casa, ejerce tu derecho a votar, que nadie decida por ti.
CANDIDATURA
DE VALIA
VALIA MERINO VALLINA, Portavoz
ÁNGEL GADEA AMADOR, responsable de Organización
RODOLFO LAIZ TAGARRO, responsable de Programa y Acción
Política
JOSÉ MIGUEL HERRERO MONTIJANO, responsable de Acción
Electoral
JOSÉ ANTONIO CARRASCO GALLEGO, responsable de Economía
CARIDAD CLEMENTE APARICIO, responsable de Educación
JOSÉ MANUEL MILLÁN CAMPOS, responsable de Acción
Institucional
IRIA TERRÉ GONZÁLEZ, responsable de Expansión y Nuevas
Tecnologías
VICENTE CASAL CARRIEDO, responsable de Comunicación
FRANCISCO MAGANTO RUEDA, responsable de Gestión y Finanzas
del Partido
MARÍA PASTORA OUTEIRIÑO LAGO, responsable de Formación de
militantes y simpatizantes
SORAYA GAMONAL CAMELLO, responsable de I+D+I
MANUEL MARTÍNEZ BENITO
ROCÍO FONDEVILA SEGURA
DAVID GERBOLÉS PÉREZ
RAMÓN IBARROLA SAN MARTÍN
IÑAKI SÁNCHEZ LÓPEZ DE DAVALILLO
MARÍA MAGDALENA SAN VICENTE DE LA TORRE
JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ LORENZO
MARÍA PAULINA DROGUETT SEPÚLVEDA
RAMÓN LÓPEZ GARCÍA