ASÍ NO PODEMOS SEGUIR
Artículo de Aleix Vidal-Quadras en “La Gaceta” del 6-5-10
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El formateado es mío (L. B.-B.)
La
reunión de Zapatero y Rajoy ayer por la mañana ha confirmado que el primero no
se entera de lo que pasa y que el segundo ha de pasar de la proposición a la
acción. Un encuentro con foto incluida para anunciar una nueva ley de Cajas que
no sabemos como será y la aceleración de la
reestructuración del sector cuando las decisiones están en manos de las
Comunidades Autónomas es más que nada contraproducente e inmediatamente se ha
podido comprobar por la reacción de los mercados. En cuanto a vender como un
gran logro que Gobierno y oposición están de acuerdo en el programa de
salvamento de Grecia está bien como chiste. Todo el mundo sabe lo qué hay que
hacer para salir del hoyo en el que estamos atrapados: la puesta en marcha de
un severo ajuste presupuestario aplicando la tijera al Capítulo I y al gasto
corriente, la reforma de las pensiones modificando la edad de jubilación y
alargando el período exigido de cotización, el saneamiento y fortalecimiento
del sistema financiero y la dinamización del mercado laboral agilizando la
entrada y la salida y flexibilizando los convenios. Después, naturalmente, hay
otras medidas a medio y largo plazo, pero las cuatro citadas deberían haber
sido acometidas hace por lo menos un año. Zapatero está instalado en la
ensoñación y en la pasividad, lo que nos lleva aceleradamente a la ruina. Cada
vez que dice que España no es Grecia damos un paso en dirección a serlo. Por
tanto, Rajoy, a partir de la evidencia de que con Zapatero no hay nada que
hacer, se ha de poner las pilas. Un posible movimiento sería ofrecer al PSOE un pacto
para el resto de la legislatura sobre un programa serio de recuperación de
la confianza en la línea descrita si ponen a alguien con cara y ojos al frente
de un Gobierno de gente competente. Otro consistiría en anunciar la disposición
a constituir un Gobierno de gran coalición presidido por una figura
socialista de peso y solvencia. Y un tercero, la presentación de la moción
de censura para dejar claro que la situación es insostenible y que el
Partido Popular es plenamente consciente de su extrema gravedad. Si el PSOE se empecina en la
senda que nos conduce al abismo, por lo menos quedará en la retina de los
españoles la imagen de una alternativa lúcida y dispuesta a todo para sacar al
país del atolladero. Lo que es seguro es que así no podemos seguir y que una
democracia madura ha de encontrar los instrumentos políticos e institucionales
para defenderse de un incapaz que la arrastra a la catástrofe.