ENTREVISTA A JESÚS EGUIGUREN
Por M. LUISA G. FRANCO en “ABC” del 20/12/04
Por su interés y relevancia, he seleccionado la entrevista que sigue para incluirla en este sitio web. (L. B.-B.)
«Buscamos un trasvase de votos del Nacionalismo al autonomismo»
Cree que el ciclo del terrorismo se acaba en el País Vasco y que sin ETA el PNV perderá su hegemonía. Convencido de que el Plan Ibarretxe es inviable, intenta ofrecer una «alternativa tranquila»
BILBAO. El presidente del PSE-PSOE, Jesús Eguiguren, considera que el País Vasco
vive el final de un ciclo político marcado por el terrorismo y aventura que en
condiciones de normalidad democrática al PNV no le resultará fácil mantener su
hegemonía. A la espera de los «cambios» que Eguiguren espera que se produzcan
«pronto» y que darían forma al final de ETA, los socialistas vascos afrontan las
próximas elecciones autonómicas con el objetivo de crecer a costa del electorado
moderado del PNV.
-El PSE-PSOE propugna una
reforma consensuada del Estatuto, cuyo documento inicial fue aprobado ayer por
el Comité Nacional del partido. Pero los nacionalistas han dejado claro que no
van a conformarse con propuestas como la de ser «convidados de piedra» en las
cumbres europeas.
-El problema del nacionalismo es que se han pasado años diciendo que quieren
estar presentes en las cumbres europeas y cuando se ha convocado al lendakari,
no ha acudido. Creo que son actitudes insostenibles y que en siguientes
convocatorias ningún presidente de Comunidad autónoma va a poder negarse a estar
presente. Si la sociedad vasca fuera menos pasiva, hubiera pasado factura al
lendakari por su ausencia.
-Tras el debate en ponencia
del plan Ibarretxe, no parece realista contemplar la posibilidad de que el PNV
entre a negociar una reforma estatutaria en el marco constitucional.
-Efectivamente, en el trabajo de la ponencia en el Parlamento vasco no ha habido
ni un solo punto en el que se hayan buscado fórmulas de mayor consenso o más
legales. Partimos, no obstante, de que el plan Ibarretxe es inviable y de que
voluntariamente el PNV no va a rectificar, ni a cambiar de política, pero en
democracia esas rectificaciones se producen por imperativo electoral.
-¿Cuentan con un descalabro
electoral del PNV?
-Estamos haciendo el esfuerzo de construir una alternativa tranquila, para lo
que buscamos un trasvase de votos del nacionalismo hacia el autonomismo. Si eso
no ocurre y el nacionalismo ve revalidados sus planteamientos y consigue mayoría
absoluta y sigue adelante, su proyecto seguirá siendo inviable porque tarde o
temprano se encontrará con dificultades legales o con la negativa de las Cortes
Generales, pero a nosotros nos gustaría que la rectificación se produjera en el
propio País Vasco.
-El lendakari parece
dispuesto, sin embargo, a convocar un referéndum «en ausencia de violencia».
-Ese planteamiento es una trampa. Mientras exista terrorismo labramos un marco
político al gusto de los nacionalistas y lo sometemos a votación el día que no
haya terrorismo. Creo que es un planteamiento rechazable, porque lo que hay que
tratar es de que todo el mundo participe en igualdad de condiciones en el debate
político.
-El PNV y también socialistas
guipuzcoanos han pedido que esa igualdad de condiciones se traduzca en la
participación de Batasuna en las elecciones.
-El PNV es el partido que más se ha beneficiado de la ilegalización de Batasuna
y aunque públicamente diga que está en contra, en privado los nacionalistas son
los primeros en congratularse de su ausencia en las convocatorias electorales.
Los jueces y Batasuna
-¿Qué opina de las
manifestaciones de compañeros suyos de partido pidiendo gestos al Gobierno?
-Es absurdo colocar en el terreno del Gobierno la capacidad para que Batasuna se
presente a las elecciones, porque esa es una cuestión que deciden los jueces y
la propia Batasuna. Si ellos un día deciden poner fin al terrorismo e integrarse
en la democracia, se podrá pedir al Gobierno que facilite el proceso, pero no
antes.
-¿Cómo pueden expresarse
opiniones tan dispares en el seno del socialismo vasco?
-Siempre habrá opiniones distintas, pero como partido la política es unitaria y
no hay divisiones políticas, ni enfrentamientos. Los partidos monolíticos
corresponden a otra época.
-¿Cree que la ilegalización de
Batasuna ha sido eficaz en la lucha contra ETA?
-Ha sido muy eficaz y ha colocado las cosas en su sitio. Ha creado a Batasuna y
a su entorno una serie de dificultades que les han obligado a reflexionar sobre
su futuro y los partidos autonomistas vivimos relativamente más tranquilos que
antes. La ley de Partidos ha sido buena para los partidos democráticos y también
para el PNV. Cuando uno habla con un nacionalista en privado reconoce que están
mucho más tranquilos en los ayuntamientos y además toda su estrategia y el plan
Ibarretxe están pensados para quedarse con los votos de Batasuna.
Síntomas de cansancio
-¿Qué expectativas tiene
respecto a la evolución de ETA?
-Estamos al final de un ciclo político en el País Vasco y yo creo que lo que se
acaba es el ciclo del terrorismo y eso va a arrastrar consigo la estrategia del
PNV. No se cómo acabará ETA, ni qué hará Batasuna, pero creo que pronto
empezaremos a ver cambios. Se observan síntomas evidentes de cansancio en el
mundo del nacionalismo radical y creo que empiezan a ser una mayoría los que
quieren hacer otro tipo de política.
-¿De qué forma cree que un
hipotético fin de ETA afectaría al PNV?
-Toda la estrategia nacionalista a lo largo de la transición se ha basado en el
condicionante del terrorismo y la hegemonía del PNV se ha sustentado en una
situación de anormalidad democrática en el País Vasco. El día que haya igualdad
de condiciones políticas para todos al PNV no le va a resultar fácil mantener su
posición actual.
-El PSE pretende liderar la
alternancia al nacionalismo en el País Vasco, pero no puede haber relevo sin
socios.
-Si tenemos lendakari socialista, que es nuestro objetivo, no nos faltarán
socios. No nos entusiasma sustituir el bloque nacionalista gobernante por un
bloque no nacionalista, porque no dejaría de ser una situación algo parecida a
la actual pero con distintos gobernantes, más bien queremos un gobierno con
apoyos plurales y no vamos a rechazar apoyos del nacionalismo, ni del PP.
M. LUISA G. FRANCO