EL PSE PROPONE UNA REFORMA QUE NO CABE EN LA CONSTITUCIÓN
Editorial
de “El Mundo” del 18/12/04
Por su interés y relevancia, he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
«La Comunidad nacional vasca de ciudadanos libres que tenemos que construir requiere del establecimiento de unas nuevas bases de consenso que conviertan la ocasión de la reforma estatutaria en el momento de la normalización de la vida política de nuestra Comunidad».
Este párrafo, que figura en la página 37 del documento de reforma del Estatuto que el próximo domingo aprobará el PSE, demuestra cómo la dirección de los socialistas vascos ha asumido como propios algunos términos acuñados por los nacionalistas para justificar la ruptura del País Vasco con el resto de España.
El texto de la reforma estatutaria que propone el PSE no es, desde luego, el plan Ibarretxe bis, ya que en distintos pasajes incluye una encendida defensa del vigente Estatuto de Gernika y de la Constitución.
Ahora bien, los socialistas vascos
consideran que, en paralelo con la iniciativa del Gobierno de reformar la
Constitución y con los cambios en otras comunidades, es necesario darle una
vuelta al Estatuto. «Comunidad nacional» y «proyecto nacional vasco» son
términos que se repiten mucho en los 38 folios elaborados por el ex peneuvista
Emilio Guevara, en estrecha colaboración con los socialistas guipuzcoanos que
lidera Jesús Eguiguren.
Al margen de las citadas definiciones, lo que propone el PSE, en síntesis, es la
apertura de una mesa negociadora para reformar el Estatuto, el envío del texto
resultante al Congreso para su aprobación y someterlo después a referéndum.
Aunque no hay muchas concreciones, en materia de Seguridad Social los
socialistas proponen la asunción de la competencia de gasto y la cogestión del
ingreso «sin romper la caja única», lo cual viene a ser como la cuadratura del
círculo. O sea, un imposible.
Lo más inquietante, sin embargo, es la puesta en cuestión del artículo 2 de la
Constitución que define a España como «nación» y reconoce el derecho a la
autonomía de «las nacionalidades y regiones que la integran». El concepto de
«Comunidad nacional» aplicado al País Vasco, a Cataluña o a cualquier otra
autonomía se sitúa fuera del texto constitucional.
La reforma propuesta por los socialistas vascos pretende ser un calco de lo que
Maragall quiere para Cataluña y busca, sin duda, pescar votos en el ámbito del
nacionalismo vasco moderado y no rupturista de cara a las próximas elecciones.
Aunque para ello, el PSE está dispuesto a pagar un precio excesivamente alto.