ETA
PUNTUALIZA
Otegi apuesta por la vía del diálogo sin rechazar la violencia porque lo ha
pactado con la banda
Artículo de Jorge M. Reverte, escritor y periodista, en “El Periódico” del 23/11/2004
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Aplicar al estudio de los
comunicados de ETA las herramientas normales del análisis racional tiene el
mismo sentido que darles una intencionalidad críptica superior. Los mensajes que
la organización terrorista envía a la sociedad tienen en ocasiones el aire de
una complejidad falsa que sólo se debe a las carencias intelectuales de quienes
los elaboran. Frases hechas y conceptos arcaicos que disfrazan la incapacidad de
poner en cuestión su propia dinámica.
Los últimos de ellos no escapan a esa lógica. Carecen de contenido, aunque su
tono pretende marcar la agenda de los demás, disimulando en lo posible el estado
crítico de sus músculos. Ambos han llegado en el mismo momento a la redacción de
la televisión autonómica vasca.
El primero de ellos, fechado en el mes de octubre, afirma que el Ejército y las
Fuerzas de Seguridad (se supone que las españolas) siguen siendo objetivo de sus
bombas y sus pistolas, y advierte solemnemente a la población civil de que se
mantenga alejada de las instalaciones que ocupan esas fuerzas. También se supone
que los concejales del PSOE y el PP están incluidos en ese generoso aviso. Para
dar mayor credibilidad al anuncio, hace pocos días, los terroristas hicieron
reventar dos bombas en un puesto militar de montaña.
¿HAY NOVEDAD en el aviso? Sí. Una fundamental: por eliminación se concluye que
el resto de los objetivos no están ahora en vigor. O sea, los bañistas de las
playas del resto de España, o los clientes de Hipercor de fuera de Catalunya
(los de Catalunya ya se los habían regalado a Josep Lluís Carod-Rovira). La
hazaña de haber colocado esas bombas en el puesto militar ha precedido al
comunicado. Si los comandos que las pusieron hubieran conseguido un objetivo en
Correos, por poner un ejemplo, la advertencia se había referido a los servicios
postales. Porque, a la vista de las detenciones de las últimas semanas, sí se
puede concluir con lógica que la capacidad operativa de la banda está muy
deteriorada. Y su análisis de que, tras el 11-M en Madrid, el terrorismo
indiscriminado está realmente mal visto incluso entre los sectores más radicales
de HB, complica la posibilidad de colocar artefactos explosivos en lugares de
gran tránsito. Matar ahora por accidente a un paseante es muy poco popular. Por
ello, los atentados deben realizarse en lugares alejados de transeúntes. La
detención de los más experimentados de sus pistoleros hace, ade-
más, muy difícil atentar contra un policía o un guardia civil sin correr riesgos
de respuesta.
El otro comunicado se refiere a la forma de resolver el "conflicto", y es una
repetición de uno elaborado en octubre. En éste, el redactor explica que la vía
será a través "del diálogo, la negociación y el acuerdo".
¿Hay alguna contradicción con el mensaje enviado por Arnaldo Otegi el domingo
14? Ninguna, según la lógica de la banda. Porque no hay que olvidar que Otegi no
condenó la lucha armada de ETA. Pero sobre todo, no hay que olvidar que Otegi
lanzó una oferta que tenía dos partes fundamentales:
La primera es la reinvención de la política, o sea, que los conflictos pueden
ser solucionados en Euskadi en libertad y mediante contactos multilaterales,
discutiendo, dialogando y negociando. ¿Cuáles son los obstáculos para aceptar
esa propuesta que ya han hecho todas las formaciones políticas vascas desde que
se aprobó el Estatuto? Había uno que Otegi eliminó: la kale borroka, que ya se
estaba extinguiendo desde que los padres de los implicados en la quema de
autobuses tuvieron que empezar a pagarlos. El único que permanece es ETA. Si ETA
no existiera, nadie podría negarse a la propuesta, porque eso está en la esencia
del sistema democrático español.
PERO ETA existe, y ahí viene la segunda parte de la propuesta: el problema de
ETA se resuelve sentando a una misma mesa a la organización terrorista, al
Estado francés y al Estado español. La pregunta es de qué van a hablar esos tres
presuntos interlocutores si Otegi consigue que se sienten Jacques Chirac, José
Luis Rodríguez Zapatero y Mikel Antza a charlotear. ¿Sobre la autodeterminación
y el abandono de las armas, la vuelta de los presos, la amnistía, y cosas así?
Suena a broma. ¿Sobre la garantía de que la democracia sea de verdad? Más broma.
Si Otegi lanza una oferta tan contradictoria como lo es el que sólo haya lucha
democrática, pero ETA pueda seguir matando militares y policías españoles
mientras Chirac y Zapatero se deciden a sentarse con los jefes, es porque lo ha
acordado con la banda. Hace poco, una filtración que escandalizó al líder de HB
sirvió para hacer público que una parte importante de sus dirigentes
encarcelados piensa que la batalla está perdida para ellos, y que es preciso
buscar una salida. Y no es pensable una salida que se base en la reivindicación
de los métodos democráticos al propio tiempo que ETA declare un alto el fuego o
proclame el fin de la lucha armada. ETA está en la cárcel en un 90%. Si proclama
al tiempo un alto el fuego y la decisión de apoyar sólo la lucha democrática,
¿qué argumentos de negociación tendrían los etarras para salir alguna vez de las
cárceles?
Desde el punto de vista de los terroristas, ninguno. La declaración de octubre y
la oferta de Otegi marcan un análisis común: la lucha terrorista ha perdido la
batalla frente a las fuerzas democráticas. Todo el daño, la muerte, los
desastres, los secuestros, los exilios, las penas de cárcel, les han servido
para llegar a la conclusión a la que llegaron muchos en 1977. Veintisiete años
de sufrimiento y sangre para aceptar un error criminal. Más de 1.000 muertos que
no podrán resucitar, y más de 500 activistas que pasarán una gran parte de sus
vidas en prisión.
Otegi estaba obligado a dejar ese mensaje. ETA está obligada a mantener el tono
chulesco que amenaza a las fuerzas de seguridad. El último etarra en libertad
que tenga 100 gramos de dinamita en sus manos será el responsable de la
negociación con la que aún sueña algún iluso. La otra posibilidad es que los
culpables de tan magno y desastroso crimen se corten las venas después de
explicar a todas las víctimas, y a las familias de quienes les siguieron, que se
equivocaron.
Pero no lo harán. Intentarán jugar de farol, apoyados por el primero que se ha
rendido: Arnaldo Otegi.