CONSTRUIR, NO DESTRUIR

  

 

 Artículo de José María Carrascal en “La Razón” del 08.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Estamos olvidando lo más importante de las elecciones galas: que Francia ha elegido como presidente a un inmigrante de segunda generación, volviendo con ello a ser la tierra de acogida, libertades y oportunidades de los momentos más brillantes de su historia. La elección de Sarkozy muestra, además, algo vital en el mundo de hoy, sacudido por los desplazamientos de masas, que conducirá inevitablemente a naciones

multiétnicas, confl ictivas de por sí. La clave de la convivencia en ellas está en que los recién llegados acepten las normas que rigen en su patria adoptiva.

A Sarkozy le han elegido los franceses por ser tan francés o más que cualquiera de ellos. Y le han elegido para que salve a Francia de la descomposición que la amenazaba por parte de los que prefieren  seguir siendo lo que eran en vez de franceses. Pues estábamos asistiendo

últimamente a una tergiversación que nos hacía ver como discriminados a quienes se discriminaban a sí mismos, al resistirse a adoptar las normas y costumbres del país de acogida. Algo que no puede consentirse sin poner en peligro la fábrica social del mismo.

El multiculturalismo es la piqueta para acabar con cualquier sociedad. Sarkozy, la prueba de que inmigración e integración funcionan cuando el

inmigrante acepta integrarse.

El nuevo presidente francés tiene ante sí un ingente cometido que empieza por renovar las anquilosadas estructuras de un Estado nacido en épocas de fronteras, desbordado hoy por la globalización, y termina por un izquierda fanática, radical, que tras haber perdido la batalla ética, se dedica a demoler, al ser incapaz de crear, por lo que se agarra a cualquier cosa, desde el hedonismo a la mentira, pasando por la alianza con quienes

pretenden arrasar la sociedad civil, como ha demostrado Ségolène Royal al llamar implícitamente al alzamiento de los suburbios si era elegido su contrincante.

En España sabemos bastante de ello, pero desde el gobierno. En cualquier caso, es una buena noticia saber que Francia va a estar gobernada, no por un conservador, sino por alguien más interesado en construir que en destruir.