HOLLANDE PROMETE
EN SU PRIMER MITIN UNA REFORMA DEL SISTEMA BANCARIO
El candidato socialista francés arranca la campaña con un
giro a la izquierda
Informe
de Miguel Mora - París, en “El País” del 23-1-12
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
"Francia no es el problema sino la solución. ¡El
cambio es ahora! Movilicémonos, unámonos, y en tres meses haremos ganar a la
izquierda". Un François Hollande entregado y
vibrante a ratos salió reforzado ayer de su primer mitin de campaña para las
presidenciales. En Le Bourget, cerca de París, y ante
10.000 militantes socialistas, Hollande habló durante
hora y media, mezclando lo personal y lo político, y fue muy crítico con el
presidente saliente, Nicolas Sarkozy, cuyo nombre no
citó. "Yo amo a la gente, otros están fascinados por el dinero",
proclamó.
Pero la principal noticia del arranque de la campaña es
el claro giro a la izquierda, con propuestas concretas que el favorito en todos
los sondeos estrenó con una declaración de guerra al sistema financiero. Hollande explicó que su "verdadero enemigo es el mundo
de las finanzas", ese sistema que "no tiene nombre ni cara, no será
jamás candidato y no será elegido, y sin embargo, gobierna".
El candidato del Partido Socialista prometió que para
"controlar las finanzas" aprobará una nueva ley que obligará a los
bancos "a separar sus negocios de especulación y de crédito" y
"prohibirá pura y simplemente los productos financieros sin relación con
las necesidades de la economía real". La norma establecerá un marco legal
para las opciones por acciones y los bonus en los
salarios de los directivos de las compañías financieras, anunció sin dar más
detalles.
Metiéndose por primera vez de lleno en el charco de la
crisis europea, el diputado de Corrèze reivindicó la creación de una agencia
pública de calificación europea, y defendió la aprobación de una
"verdadera tasa que grave todas las transacciones financieras" junto
a "todos los socios europeos que lo deseen", la emisión de los
eurobonos y especificó que no será un mero impuesto sobre las operaciones
bursátiles, que es a su juicio la medida que impulsa Sarkozy.
Sobre Europa, Hollande se
esforzó en ofrecer una visión distinta a la del actual inquilino del Elíseo.
Pero ese pasaje sonó bastante hueco. "Europa es nuestro bien común.
Debemos defenderla", proclamó, para reivindicar "una Europa de
crecimiento, de solidaridad, de protección". En cuanto a Alemania, anunció
que su primer viaje al extranjero será a Berlín y que promoverá la firma de un
nuevo tratado bilateral en enero de 2013, "para conmemorar el que firmaron
hace medio siglo De Gaulle y Adenauer".
En cuanto a la situación de las cuentas públicas, Hollande prefirió no dar muchas pistas. Dijo que es
consciente de la debilidad del crecimiento y del escaso margen de maniobra que
eso produce, y se comprometió a devolver a Francia al equilibrio presupuestario
o déficit cero solo al final del mandato de cinco años, es decir, en 2017.
Además, prometió suprimir las exenciones fiscales que el Gobierno actual
concede "a los más ricos y a las grandes empresas", y derogar la
"ciega norma" que obliga al Estado a sustituir solo a uno de cada dos
funcionarios jubilados.
Citando a Albert Camus, y glosando pasajes de Martin Luther King, John F. Kennedy, Barack
Obama y William Shakespeare, Hollande
pidió a los franceses que le ayuden a construir "el sueño" de la
justicia y la dignidad humana. Consciente de que encarna el deseo de vencer de
la izquierda, añadió: "Siento una profunda emoción, la de expresar vuestra
convicción, vuestra voluntad, vuestra esperanza".
Si es elegido será "el presidente del fin de los
privilegios", y sus prioridades serán la igualdad, la educación y los
jóvenes. "La igualdad no es el igualitarismo, es la justicia; no es la
asistencia, es la solidaridad", dijo, antes de prometer que el acceso a la
vivienda será universal.
El estilo presidencial será el opuesto al que Francia ha
vivido en estos últimos cinco años. Para Hollande,
"presidir la República es rechazar que todo procede de un solo hombre, de
un solo razonamiento, de un solo partido que se puede convertir en clan. Yo
quiero conquistar el poder pero no soy voraz. Quiero ponerlo al servicio de los
franceses".
Aludiendo a los escándalos de corrupción y amiguismo del
último quinquenio, el ex primer secretario del PS se mostró dispuesto a
renunciar a algunas competencias: "Presidir la República es aceptar
compartir el poder de nombrar a los altos cargos; es garantizar la
independencia de la justicia y preservar la libertad de prensa protegiendo las
fuentes de información. Presidir la República es no tener piedad ante la
corrupción".