ESTADOS UNIDOS ACUSA A SIRIA DE DAR REFUGIO A LOS MILITARES DE SADAM, «CEREBROS» DE LA GUERRILLA
Los interrogatorios a un ex coronel del antiguo servicio secreto mostraron la pista que conduce a Damasco
Informe de “La Razón” del 20/01/2005
Por su interés y relevancia, he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
La reciente detención de Moayad Ahmed Yasseen, alias Abu Ahmed, un ex coronel de la «Mujabarat» (servicio secreto de Sadam Husein), ha sacado a la luz la llamada «pista siria» en la posguerra iraquí. Yasseen ha reconocido que el dictador pactó con el régimen de Damasco que apoyase y financiase una guerrilla suní contra EE UU, en caso de que Iraq fuese invadido. Siria se comprometió a dar refugio a destacados miembros de la Guardia Repúblicana y del Partido Baas, a los que los servicios de inteligencia norteamericanos consideran los «cerebros» de la insurgencia iraquí.
Pedro Arnuero
Madrid- Washington ha acusado repetidas veces a Damasco de apoyar y financiar a
los insurgentes. Por eso, el subsecretario de Estado norteamericano, Richard
Armitage, realizó el 2 de enero una visita a Siria para advertir seriamente al
régimen que se mantenga al margen en las elecciones iraquíes, y deje de prestar
cualquier tipo de ayuda a la insurgencia. Las confesiones de Ahmed Yasseen
durante los interrogatorios han puesto a Siria, más que nunca, en el «punto de
mira» de EE UU. El ex coronel estaba considerado por el Mando aliado en Iraq
como el máximo líder del «Jaish Mohamed» («Ejército de Mahoma»), un importante
grupo insurgente de la resistencia iraquí, con claras conexiones con el
terrorista jordano Abu Musab Al Zarqawi.
Para las tropas aliadas, el «Ejército de Mahoma» no es más que un amplio
frente militar formado, en parte, por ex agentes de Inteligencia iraquí, la
temida «Mujabarat», de las antiguas fuerzas de seguridad y de miembros del
Partido Baaz. Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, el
«Ejército de Mahoma» es un grupo que promueve la insurgencia contra la
ocupación. Se cree que está compuesto por «yihadistas» extranjeros infiltrados
desde Siria y otros países árabes, como Arabia Saudí. Diversos informes de
Inteligencia de las tropas de la coalición apuntan a que se habría aliado a
principios de 2004 con la «Mujabarat». Según los expertos, esta guerrilla suní
en Iraq estaría formada por grupos heterogéneos, infiltrados desde el exterior
que llegaron a Iraq para ajustar sus cuentas contra EE UU y los países que
apoyaron la guerra. Contaría con un gran apoyo de los suníes iraquíes contrarios
a la ocupación y fieles partidarios del régimen de Sadam.
Confesión de Sadam.Tal como desveló este periódico el pasado 8 de enero, Sadam
reconoció a sus abogados que organizó la guerrilla antes de la invasión de EE
UU. Sobre sus vecinos Siria e Irán, el dictador aseguró que «Siria estuvo
siempre en contra de la guerra, y yo avisé a Assad (presidente de Siria) que el
objetivo de EE UU no era sólo Iraq, sino también Siria».
Dos grupos terroristas insurgentes suníes, Ansar Al Sunna (Combatientes del
Islam) y el «Ejército de Mahoma», serían en realidad los sustitutos de Ansar Al
Islam en la posguerra iraquí, y operarían bajo el paraguas islamista de la
conocida como «Red Al Zarqawi». Fuentes de la coalición trabajan desde hace
meses con la certeza de que antiguos miembros de «Mujabarat», así como los
llamados «fedayines» (mártires) de Sadam, se han infiltrado en la Policía
bagdadí y estarían pasando información a la resistencia. Los suicidas serían
casi todos árabes de origen extranjero. Los coches bomba los prepararían en
garajes del «triángulo suní», «gente vinculada con Al Zarqawi». Otras fuentes no
descartan que Siria haya provisto también de dinero y armas a estos grupos
terroristas.