LA NECESIDAD ESPIRITUAL

 

 Artículo de Pío Moa en “Libertad Digital” del 7-10-06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

En el marxismo tiene importancia crucial la distinción entre materialismo e “idealismo”. Con algunas excepciones, el primero viene a constituir la marca de las ideologías progresistas o revolucionarias, y el segundo, de las reaccionarias. Pero antes de llegar a esa cuestión peliaguda más vale insistir en otras previas.

El materialismo es una actitud del espíritu, algo así como el espíritu que se niega a sí mismo; actitud netamente espiritual, imposible para los cuerpos materiales. La necesidad esencial del espíritu es el sentido, algo que no logramos percibir en la materia sin más. Y ya observó nuestro canónigo compostelano la oposición básica entre la primacía del verbo y la de la acción (material). Decir que en el principio fue el verbo, como asegura la Biblia, significa que el mundo responde a una intención y tiene por tanto un sentido. Decir, como el Fausto de Goethe, que en el principio  fue la acción, elimina de entrada el sentido, es decir, la intención o causa final.

Y puesto que la ciencia excluye de su método la causa final, la cuestión parece zanjada a favor de la acción, esto es, del materialismo. Entonces la necesidad definitoria del espíritu, el sentido, resulta una necesidad absurda –y, afirman muchos, contraproducente o “reaccionaria”– dentro del gran sinsentido del mundo.De este modo la ciencia, a menudo considerada la manifestación más concluyente del espíritu, conduciría a la negación de este, a la confesión de su radical futilidad.

Como este enfoque del mundo y de la vida arruina la moral, entre otras cosas, y en rigor conduce al suicidio, parece razonable plantearse el lugar de la ciencia en las manifestaciones del espíritu, y sus relaciones con las otras manifestaciones de él.