BUSH-ZAPATERO: CORRESPONDENCIA SECRETA
Artículo de GEES en “Libertad Digital” del 02/10/2004
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Si las relaciones estados Unidos-España no iban bien desde hace unos pocos días van fatal. La prueba, que el propio Presidente Bush, saltándose todos los canales diplomáticos, enviara el pasado día 13 de septiembre una misiva al presidente español donde expresaba no sólo su malestar por las declaraciones de Zapatero en Túnez, sino la imposibilidad de mantener una relación normalizada con el ejecutivo socialista si éste no cambiaba de filosofía y actitud.
En la carta Bush decía comprender la decisión de Zapatero de retirarse Irak, a pesar de que eso suponía rendirle homenaje a Bin Laden –frase, por lo demás que ya se la había dicho durante la conversación telefónica que ambos mantuvieron el 21 de abril, dos días después del anuncio de Zapatero– pero que no podía justificar el llamamiento a los aliados realizado en Túnez. Aún peor, no podía admitir en ningún caso la frase de que quienes estaban en Irak por las armas no estaban legitimados para esparcir la democracia en la zona. Deslegitimar la política más ambiciosa de los Estados Unidos, la Iniciativa del Amplio Oriente Medio, le resultaba intolerable.
En otro acto tan extraordinario como este primero de Bush, Zapatero contestó a la misiva en la misma fecha, sin dejar pasar ni un solo día. En su contestación, Zapatero repetía la letanía que ya todos conocemos: que España sí que sabe de terrorismo por nuestra lucha contra ETA, que nunca abandonará a los aliados en la lucha contra el terror (que se lo digan a Uribe) y que, en cualquier caso, la amistad con Washington es tan inquebrantable que podemos permitirnos discrepar en algún asuntillo como el futuro de Irak. Zapatero ignoraba, así, la última frase del presidente Bush en su carta. "así no se trata a los amigos".
La tercera curiosidad es que esta correspondencia se ha mantenido secreta. Bush por prudencia y procedimientos diplomáticos habituales. Zapatero por algo más. No es ya que el ejecutivo español no haya querido que se supiera de este rifirrafe escrito, sino que ha mantenido totalmente desinformado al respecto a buena parte de sus cuadros. Así, la embajada en Washington, incluyendo el recién estrenado embajador socialista, Carlos Westendorp, supo de ambas misivas no por Moratinos, sino por la administración americana; el director general para América del Norte en Exteriores, tampoco hubiera sabido nada si no se lo cuentan desde Washington. ¿Tanta era la vergüenza de nuestro presidente de Gobierno?
La realidad es que la teoría oficial de Zapatero-Moratinos es que nada pasa entre estados Unidos y España y que las relaciones bilaterales van viento en popa. La carta de Bush muestra todo lo contrario. Para la administración americana los socialista españoles pasarían una etapa de aprendizaje en la cual se les podría perdonar ciertos errores. Pasados seis meses de gobierno, la curva de aprendizaje debería haberse acabado. Como no dan prueba de ello, no quieren saber más de España.
A pesar de todo, Zapatero buscó por todos los medios una entrevista, por breve que fuera con Bush. Encuentro que la Casa Blanca se encargó de evitar. Ni siquiera obtuvo el presidente español la chance de una foto robada (como la que hizo su jefe de protocolo en la cumbre de Estambul de la OTAN, donde cada personaje, incluido un Bono al fondo, mira para lugares distintos). Ya se encargaron los responsables de evitar la proximidad fotogénica. Zapatero, simple y llanamente, ha desaparecido del mapa de la Casa Blanca.
Lo que si obtuvo Zapatero, tras mucho insistir, es otro encuentro secreto en Manhattan, motivado por sus deseo de conocer de primera mano la política de privatizaciones de los medios audiovisuales, con un importante magnate del sector. Tan importante que el mismísimo presidente español, en lugar de recibirle él mismo en algún lugar oficial, se fue contento a platicar con el susodicho en el despacho de su compañía. Zapatero debería ser más zorro, pero eso es ya otra historia.