ARRECIA LA PUGNA ENTRE MARAGALL Y EL GOBIERNO POR EL DÉFICIT DE LA SANIDAD
El president responde a la vicepresidenta que no podrá impedir la negociación
Pasqual Maragall insistió ayer en que el Gobierno ha de ayudar a resolver el déficit de la sanidad catalana y recordó que los 31 diputados de los partidos que apoyan al Ejecutivo catalán son decisivos para la aprobación de los presupuestos.
JORDI BARBETA / JAUME V. AROCA - Noticia en en “La Vanguardia” del
05/09/2004
Por su interés y relevancia, he seleccionado la noticia que sigue para incluirla en este sitio web. (L. B.-B.)
Argel/Barcelona. – Al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, le ha
irritado considerablemente la actitud del Gobierno central, que intenta evitar a
toda costa una negociación de los presupuestos del Estado específica con el
Govern de la Generalitat, que reclama entre 600 y 1.000 millones de euros más
que antes, no para resolver el problema de la sanidad catalana, que tiene
proporciones gigantescas, sino para que el enorme déficit, que ya supera el
medio billón de las antiguas pesetas al menos, no siga creciendo.
Desde Argel, donde el president se encuentra de viaje oficial, Maragall
respondió ayer de forma contundente a la actitud renuente expresada el viernes
por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, tras la reunión del
Consejo de Ministros. “Sería absurdo y es imposible impedir que la Generalitat
negocie con el Gobierno. Nadie puede decir que por aquí no pasa. Y tanto que
pasará”. En ningún momento el president adoptó una actitud desafiante, pero no
dejó de recordar que los 31 diputados de los partidos que apoyan al tripartito
catalán son decisivos. Efectivamente, sus votos son imprescindibles para que
prospere el proyecto del ministro Solbes. “Hasta Isidre Molas es imprescindible,
porque si ese día se pone enfermo, los presupuestos no pasan en el Senado”,
puntualizó el presidente de la Generalitat.
El asunto se está envenenando por momentos y no precisamente entre el Gobierno y
la oposición, sino nuevamente entre los ejecutivos español y catalán, con motivo
de las insuficiencias financieras de la Generalitat. En este asunto el cambio de
gobierno en Catalunya se está notando más bien poco, pero las consecuencias
políticas son muy distitntas porque, a pesar de la sintonía ideológica entre los
dos gobiernos, cada cual actúa de acuerdo con su propia dinámica y sus propias
prioridades, y eso provocó ayer una situación inédita hasta ahora, como fue una
colisión frontal entre los criterios defendidos por el presidente de la
Generalitat, que es también presidente del PSC, y el primer secretario del
partido, José Montilla, a su vez ministro de Industria.
Mientras Maragall, apoyado por el conseller de Economia, Antoni Castells,
aseguraba en Argel que Catalunya no aceptará ni podría soportar un presupuesto
español que implicara un nuevo agravamiento del déficit de la sanidad catalana,
Montilla aseguró en Barcelona que la negociación presupuestaria con la
Generalitat se limitaría a las infraestructuras y que la solución al déficit de
la sanidad se planteará fuera del debate presupuestario.
En una rueda de prensa celebrada tras una reunión de los 21 diputados del PSC en
el Congreso, afirmó que “es evidente que la situación de la sanidad exige hallar
alguna solución de emergencia, que se encontrará en el diálogo entre los
gobiernos, pero difícilmente se podrá encontrar en el marco de los
presupuestos”.
El ministro recordó que el Congreso y el Senado fijaron el techo de los
presupuestos generales del Estado. “Por lo tanto –afirmó–, cualquier persona
mínimamente documentada sabe que los presupuestos generales del Estado no pueden
asumir el déficit sanitario”. De todos modos, Montilla dejó abierta la puerta a
que “en tanto en cuanto no se proceda a la discusión de un nuevo sistema de
fianciación se hallen soluciones parciales para mitigar esta situación de la
sanidad catalana y de otras comunidades”.
La Generalitat pretende que el presupuesto del Estado haga una previsión
suficiente para que en el 2005 la sanidad catalana no aumente más el déficit
acumulado. “No se puede mantener este défiticit, ni se puede ir acumulando cada
año cuando ha adquirido tal magnitud”, adviritió ayer Maragall desde Argel.
“Antes era un asunto que sólo afectaba a Catalunya, pero ahora no, ahora afecta
a todos, es un problema nacional español”, señaló.
El president subrayó que el Govern de la Generalitat “tiene una idea muy clara
de cómo han de ser los presupuestos de Catalunya y cómo han de ser los
presupestos del Estado en lo que afecta a Catalunya y esas ideas van a ser
defendidas por los diputados de los partidos que apoyan al Govern”.
Por su parte, el conseller de Economia, Antoni Castells, insistió en que el
Govern ni debe ni puede desentenderse de los presupuestos del Estado. “Si el
Gobierno quiere que hagamos una discusión en el seno del Consejo de Política
Fiscal y Financiera, por nuestra parte no hay ningún problema, pero no puede
pasar de este año que pongamos el freno al déficit de la sanidad”.