LA IZQUIERDA Y SADDAM
Artículo de Isidre Pascual Plassa en “La Vanguardia” del
10.04.2003
Con un breve comentario al final (L. B.-B.)
El régimen de Saddam en Iraq se ha desmoronado. Bagdad no ha sido un nuevo Stalingrado, no ha habido combate casa por casa, los
publicitados comandos suicidas que debían inmolarse por Saddam parece que lo
han dejado para mejor ocasión, parafraseando el título de una película; El
cielo puede esperar.
La Guardia Republicana como suele ocurrir en todas las dictaduras era muy
eficaz y “heroica” masacrando y reprimiendo a la propia población pero de
escasa eficacia cuando se trata de combatir a un enemigo armado.
Ha habido víctimas civiles, muchas menos que las que anunciaban y uno no sabe
bien si deseaban, visto su furor profético, algunos pacifistas y buena parte de
eso que nos empeñamos en llamar izquierda española. Los muertos no se cuentan,
pero también es verdad que hemos escuchado demasiadas “opiniones autorizadas”
hablando de futuras masacres de civiles “inevitables” que luego no se han
producido, al igual que hemos escuchado hablar de la segura resistencia del
pueblo Iraquí frente a la “invasión” que auguraba un también inevitable
“genocidio”.
Inmersos en una espiral irracional en la que todo el mundo se ha esforzado en
ser el más antibelicista y el más pacifista la intervención de la coalición ha
sido considerada criminal, genocida, asesina además claro esta de ilegal por la
más amplia mayoría de medios y personas de la reciente historia de España.
La izquierda Española está convencida de que su postura ha sido un acierto
político y estratégico, está convencida, siempre lo ha estado en España, de que
además la razón ética esta de su parte y por lo tanto los que diferimos somos
de derechas y encima belicistas, gentuza que cree en la violencia como
solución. Los malos en definitiva de la película.
Uno conoce bastante bien la lógica del razonamiento: “YO creo en el diálogo y
en la paz, el dialogo y la paz son buenos luego yo soy bueno, luego los que no
están de acuerdo conmigo no creen en la paz ni en el diálogo luego son malos”
Desgraciadamente esa lógica no es de izquierdas, lo siento, es la lógica
totalitaria, porque no son las ideas las que nos otorgan dignidad ni las que
nos hacen buenos ni en política ni en la vida sino las actitudes, los hechos y
no basta estar en contra de la guerra y a favor de la paz para ubicarse en un
estadio ético o moral superior, más aún ubicarse en un estadio ético superior
por lo que uno cree es la raíz de todo totalitarismo, de todo fundamentalismo.
La izquierda española y la intelectualidad de siempre, es decir esos señores
que piensan al mismo tiempo que opinan o opinan según lo que creen sin tomarse
la molestia de pensar, ¿para qué si son de convicciones firmes?, también los
miembros de la cultura, que son esos señores que les parece progresista decir a
un representante elegido democráticamente como el Presidente de la Comunidad de
Madrid “le damos la oportunidad de manifestarse contra la guerra y dimitir” en
una de las frases más estalinistas que uno ha oído en los últimos años, -Fíjese
bien el lector en la frase: Unos señores que se dedican al teatro se otorgan
una representación política que nadie les ha dado y encima “dan la oportunidad”
a una autoridad democrática es decir le emplazan a una autocrítica y expiación
pública de sus “pecados” y para finalizar le dicen que “debe” dimitir después
de hacer público su arrepentimiento- todos ellos se han ubicado respecto a la
Guerra de Iraq a partir de cuando menos una muy peculiar hipótesis previa, al
parecer el régimen de Saddam era malo, pero como son malas las catástrofes
naturales, como los huracanes o los tifones, una maldad inevitable, una
circunstancia de la vida fruto además de la perversidad Occidental, el atroz
Régimen de Saddam se convierte en absolutamente irresponsable, es totalitario y
genocida pero el culpable de que lo sea son las naciones de la coalición que le
combaten.
El papel progresista reservado al pueblo Iraquí en la función es el de combatiente
heroico contra la coalición, el pueblo debe morir por Saddam porque es de los
suyos, porque además ya sabemos que eso de la democracia “occidental”
“americana” no es algo que guste a los “árabes”, está bien para nosotros,
aunque tampoco guste mucho por lo que uno está oyendo, pero no para ellos.
Nadie ha dicho en la Izquierda Española una necesaria obviedad, el régimen de
Saddam era un Dictadura atroz absolutamente ilegal desde la legislación más
básica, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no hay ni un solo
principio, ni uno solo de dicha declaración que el régimen de Saddam no hay
conculcado.
Desde la izquierda podemos discutir los métodos para combatir dictaduras como
la de Saddam pero uno cree que nunca, absolutamente nunca, podemos dudar de la
necesidad de combatirlas.
No hay ninguna legalidad que pueda amparar a un régimen criminal y opresor
contra su propio pueblo y expansionista y belicista con los vecinos y si la
izquierda y sobre todo el PSOE ha olvidado eso lo ha olvidado todo. Y no en
nombre de la Paz sino en nombre del izquierdismo populista.
Zapatero y el PSOE creen que su postura es de izquierdas y la del Premier
Británico y el Laborismo Inglés de derechas y belicista. Es curioso que el PSOE
acuse al Gobierno de dividir Europa por no asumir la postura
Franco-Ruso-Germana en la guerra y sin embargo no tenga el más mínimo escrúpulo
en ubicar a su partido radicalmente en contra de las posiciones que asume el
Laborismo Inglés, que ni siquiera considere sus tesis. Las debata.
En el ámbito puramente interior, porque se supone que el PSOE aspira a gobernar
España antes de salvar al mundo entero de los “gigantescos peligros” del
imperialismo americano, la postura adoptada en esta Guerra constituye le guste
o no un lastre de difícil solución, en primer lugar cuando una opción política
“sigue” a la calle, que no a la ciudadanía, - confundir las manifestaciones con
la “expresión de la voluntad popular” es populismo-, lo único que hace es
imposibilitar su propia acción de Gobierno. La política consiste en hacer
posible lo necesario, en posibilitar en una situación histórica y en unas
circunstancias determinadas que lo que resulta necesario para la ciudadanía,
para el ejercicio de su libertad, para el desarrollo de sus posibilidades humanas
sea posible.
La pregunta es muy sencilla, sabemos que la izquierda está en contra de la
Guerra, en contra de cualquier intervención armada siempre, en contra de la
política de los Estados Unidos, en contra de la política de Gran Bretaña, en
contra de la postura de los Países del Este, está a favor de la ONU, pero nadie
cree realmente en la ONU, ni los Franceses, ni mucho menos los Rusos, ni los
Alemanes, ni los Chinos, ni Zapatero posiblemente, en la ONU no se trata de
nada que afecte a Rusos a Chinos, los Estados Unidos, a los Ingleses ni a los
Franceses, para eso tienen el derecho de veto. Siempre ha sido así. Está a
favor de la Europa de Francia y Alemania pero esa Europa que mira a Rusia no
parece que precise demasiado a España y no parece tampoco que pueda
consolidarse.
La pregunta es muy sencilla ¿Puede España tener una política exterior e incluso
interior basada en el antiamericanismo? Los manifestantes de la calle son, no
lo olvidemos mayoritariamente contrarios a los Estados Unidos ¿Cree el PSOE que
apoyar el sentimiento anti-norteamericano en la sociedad española conduce a
algún progreso para España, para los ciudadanos de España? ¿Es imaginable una
Democracia Mundial o simplemente la supervivencia de las Democracias actuales
sin Estados Unidos o contra los Estados Unidos?
Dijo el Señor Zapatero que una Guerra nunca es defendible, incluso con mandato
de la ONU afirmó, muy bonito, no bello, bonito, queda bien, pero en ese caso
¿debemos considerar que la política de Defensa que propone el PSOE es ninguna?
Contra la Guerra estamos todos los Demócratas, todas las personas con unos
mínimos conceptos éticos, esa no es la cuestión, la cuestión es que algunos
consideramos una responsabilidad personal, ética responder al problema real,
para no engañar a nadie ni para engañarnos a nosotros mismos ¿Cómo convencemos
a los que utilizan la fuerza, la violencia, la tortura, el extermino, para
oprimir a las personas, tiranizar a los pueblos en nombre de los propios
intereses o de ideas metafísicas de las que se consideran representantes? Y
otra ¿La soberanía nacional es previa a los Derechos humanos o por el contrario
no es concebible el respeto a ninguna soberanía nacional que sirva como
coartada para atentar contra los más elementales derechos humanos?
Esas son las preguntas que responsablemente debemos formularnos. Que deben
formularse sobre todo quienes se dedican a la política, quienes se dedican a
pensar y también quienes se dedican a informar. Es nuestra responsabilidad.
Un no a la Guerra no es un sí a la Libertad ni un sí a la Justicia, ni siquiera
un sí a la Paz.
BREVE COMENTARIO:
¡Y DICEN QUE UNO ES HURAÑO!
(L. B.-B.)
Pero ¿qué se va
a hacer en un país en que la defensa de lo evidente significa ir
contracorriente? Dicen de uno que es un "outsider", un individualista
asocial e intratable. Pero qué se va a hacer si no es encerrarse en la cima de
una montaña a estudiar y a escribir en internet, si la alternativa sería
enredarse en peleas neurotizantes y estériles de
pequeñas camarillas encanalladas en lucha por un mendrugo de status.
En este país,
cuando parece que hemos alcanzado un nivel mínimo aceptable, de repente emerge
la miseria intelectual para hacernos dar un salto cainíta
y ciego hacia el vacío. Resultan preocupantes las reacciones de estos días en
que todo se confunde: la moral con la política, el adversario con el enemigo,
la tiranía y la democracia, lo marginal con lo central, el mundo con la
barraca.
De IU no cabe
esperar mucho: en tiempos de Kosovo, Anguita decía que se estaba atacando a
Milosevic porque era de izquierdas, y ahora los dirigentes de IU acusan
de asesinos a los que quieren oponerse a una tiranía sangrienta y a la amenaza
de una desestabilización del Mundo. Pero bueno, IU forma parte del zoo político
de este país, y es una pena: uno desearía que no se quedaran ahí y
evolucionaran. Pero qué se le va a hacer.
Lo que
sorprende es el PSOE, que ha cometido el error estratégico y la
irresponsabilidad política e intelectual de apuntarse a no sé que carro, si el del gaullismo, el del europeísmo
antiamericano inviable, el del populismo, o el de la demagogia, o
el del oportunismo o, simplemente, la cortedad de miras. Y es
irresponsable porque con su comportamiento deja de ser un partido de oposición
viable y una alternativa de gobierno. Con ese comportamiento supongo que habrá
mucha gente cuya confianza en el PSOE se habrá reducido al mínimo. Han abierto
un boquete en la convivencia y el funcionamiento del sistema democrático del
país que costará trabajo llenar. Y por él se han colado banderas, gentes y
comportamientos de nuestra prehistoria, emergiendo al centro del escenario con
una virulencia impensable.
Me gustaría
saber cómo interpreta nuestra sedicente izquierda las imágenes de alegría
exultante de los iraquíes estos días, ante los "desalmados" y
"asesinos" "imperialistas" yanquis. En fin, es triste ver
estos retrocesos en la cultura política de nuestro país. Mientras que la
derecha se ha renovado y en política internacional, por ejemplo, reúne un
elenco de gente valiosa, la izquierda sigue sumida en el amateurismo y la
improvisación.
Pero también
resulta preocupante el cerrilismo de rebaño sobrevenido entre los intelectuales
y medios de comunicación que se dicen de izquierda. ¿Pero qué pasa aquí? Quizá
tenga razón Lamo de Espinosa y nuestro país esté dando el salto definitivo de
maduración en el ámbito de la política internacional. Pero cuánto cuesta: esto
parece el parto de los montes, sobrevenido en un caldo de sectarismo,
oportunismo y obsolescencia perceptiva.
Comparto en
gran medida las críticas del artículo de Isidre
Pascual. Releo y me duele ser duro con los amigos, pero por encima de la
afinidad están la libertad y la verdad.