LA NUEVA IMAGEN DE CIU
Editorial de “La Razón”
del 09.11.2003
Con un muy breve comentario: ¡VIVA EL
NACIONALISMO COHERENTE... E INSOLVENTE!
Artur
Mas, el delfín de Jordi Pujol, que el próximo domingo se enfrenta a la realidad
de la urnas en las elecciones autonómicas catalanas, remonta poco a poco en las
encuestas. Su proyecto, que para muchos partía por debajo de las expectativas
del PSC del socialista Maragall, ha recibido los resultados del sondeo del CIS
que, aunque favorables, auguran un gobierno en coalición. De ahí la importancia
del mensaje de moderación y, ante todo, de las ventajas de un voto útil para
CiU, que Mas se afana en hacer llegar a los electores. Conviene por ello
prestar especial atención a las ideas de Mas a la hora de plantear sus
exigencias estatutarias y de ahí que él mismo recuerde, en una entrevista con
Inmaculada G. de Molina, que no descarta que los nacionalistas catalanes formen
parte del Gobierno central y que su proyecto de nuevo estatuto «no se hace
contra España» sino «a favor de Cataluña». Todo un cambio, y sin duda elogioso,
desde un principio de campaña polémico por la radicalidad, por sus guiños al
entorno del nacionalismo catalán representado en ERC. Un intento que, a la
vista de las encuestas, más bien parece haber beneficiado a los de Carod Rovira
que a la propia CiU.
Hoy, el candidato Artur Mas, apuesta por una moderación que
no excluye en modo alguno reivindicaciones para Cataluña que, si en principio son
claramente insostenibles en el marco constitucional, también es cierto que se
presentan como negociables dentro del marco legal y con voluntad de contar con
el beneplácito del PP y del PSOE.
MUY BREVE COMENTARIO: ¡VIVA EL
NACIONALISMO COHERENTE... E INSOLVENTE!
Si se leen la entrevista de "la Razón" de hoy y
este editorial que la comenta se darán cuenta de que siempre hay alguien
dispuesto a dejarse engañar por el nacionalismo... porque el nacionalismo tiene
la gran ventaja de estar siempre dispuesto a engañar, modulando sus discursos
de manera oportunista para continuar subido al sillón. Como el mismo Mas dice,
"no se puede dejar que Cataluña vaya a ser gobernada desde Madrid",
negándole la condición de catalán al PSC, IC y PP. ¿También a Esquerra si pacta
con la izquierda anticatalana? En fin, ya ven Vds. la amplitud de miras
democrática de algunos... sin que nadie desde la oposición se dé por enterado y
conteste con la rotundidad que se merecen estas afirmaciones... Y así llevamos
veintitrés años, de democracia mutilada.
Pero la desverguenza se percibe todavía con mayor nitidez si leen
la noticia de "El País"
que incorporo también hoy a esta página. En ella se afirma que Mas sostiene que
el nuevo Estatuto soberanista que promueve solamente será transitorio, para una
generación... Y siempre sucede lo mismo: aquí se da una carrera sin límites de
contenido ni temporales por parte del nacionalismo en la que los objetivos
fundamentales que hoy se defienden mañana no valen, como sucede con la
financiación autonómica, el Estatuto antiguo y el proyectado, y todo lo que se
tercie. Hay que reconocer que este es un nacionalismo coherente, pues siempre
estará insatisfecho y victimizado por los demás, los que oprimen a Cataluña,
tienen sus sucursales aquí y están descalificados para gobernar el país.
¿Qué hacer frente a este nacionalismo? Pues adjetivarlo de una vez,
enfrentarse a él en serio para ganarle las elecciones, y dejarse de buscar
eternamente pactos con ellos que les otorgan coartadas para continuar siempre
en el poder, para continuar siempre "estirando más el brazo que la
manga" en la persecución del objetivo final de acabar sutilmente con la
democracia española. En Euskadi a tiros, a lo bruto. En Cataluña, con
hipocresía, oportunismo e insolvencia. Esta carrera degenerativa hay que
pararla de una vez, mediante un pacto de Estado que cierre definitivamente el
proceso de victimismo permanente del nacionalismo periférico. A ver si el país
y la élite política despiertan de una vez y se sienten capaces de defender la
democracia: no se puede continuar así indefinidamente.