ENTREVISTA A ANA PALACIO, MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES
en “La Razón” del 25.01.2004
«España no quiere una Europa confrontada con los EE UU»
ANA PALACIO, Ministra de Asuntos Exteriores
Se presenta como número uno por Toledo en las próximas elecciones y el Wall Street Journal la considera una de las mujeres más influyentes del mundo. Nadie es profeta en su tierra
Carmen Gurruchaga
Habrá muchas personas que se pregunten si ha valido
la pena la guerra de Iraq, porque cada día hay 25 muertos, han fallecido ya ocho
españoles, el último que está en coma irreversible...
¬La realidad es que las tropas españolas están en Iraq respondiendo a un
llamamiento del Consejo de Seguridad de la ONU que ha pedido a la comunidad
internacional, en dos resoluciones votadas por unanimidad, que coadyuve a la
seguridad y a la estabilidad en Iraq. En cuanto al comandante Pérez García debo
señalar que estaba ayudando a la Policía iraquí en una operación, dirigida
contra malhechores que atacaban convoyes, y en particular a la población de
aquel país. España ha adquirido un compromiso firme de ayudar al pueblo iraquí
en tres prioridades muy claras: devolución del ejercicio pleno de la soberanía
como proceso, lo más rápidamente posible, colaboración constructiva con los
países de la región y presencia de la ONU.
¬Usted ha estado cuatro veces en Iraq, ¿sabe qué
piensan los iraquíes?
¬Le puedo decir que los iraquíes incluso cuando
se les destacan las carencias de suministros y servicios, contestan que nosotros
los occidentales, los europeos, no sabemos lo que significa la libertad. En esa
clave hay que entender el valor de lo que están haciendo las tropas españolas,
en ese coadyuvar a la seguridad y a la estabilidad de Iraq que al final es
colaborar con los iraquíes en que estos recuperen la soberanía, la prosperidad y
la seguridad que les corresponde en el contexto internacional.
Balance
¬Estamos en el final de la Legislatura, ¿qué ha sido
lo peor y lo mejor de estos años?
¬El balance es claramente positivo y hay que
desgranarlo de acuerdo con los tres grandes ejes de la política exterior
española. En primer lugar, España pertenece al Mediterráneo y un buen ejemplo
del papel que está jugando en ese ámbito, es mi reciente visita a Trípoli a
demanda de coronel Gadafi en la que éste me traslada su deseo de que España siga
jugando un papel privilegiado en el proceso que Libia ha iniciado para recobrar
una situación de normalidad en la comunidad de naciones y en particular con el
Mediterráneo norte, es decir con la UE. Otro buen ejemplo sería Siria, donde
España está jugando en estos momentos un papel relevante.
¬El segundo sería el eje trasatlántico...
¬Sí, efectivamente y en él los españoles tenemos
volcados sentimientos muy íntimos. Para mi destaca la transformación, el salto
cualitativo que ha dado el sistema de Cumbres Iberoamericanas. También
subrayaría la relevancia de las relaciones con la comunidad de hispanos en EE
UU, esa comunidad pujante que ya se perfila como la segunda comunidad hispana
después de México.
¬En la última cumbre iberoamericana se creó,
finalmente, una secretaría general....
¬Efectivamente, se ha dado un salto cualitativo
al crear ese organismo que va a dar continuidad, que va a tener capacidad de
desarrollar proyectos muy concretos como la reflexión sobre algo tan
trascendental como es el ordenamiento jurídico, en el que tenemos tanto en
común, ya que todavía en América latina quedan muchos ámbitos en donde el tronco
es el derecho europeo continental. Por último, esta el ámbito europeo en que
España tiene cada día mayor presencia y cuenta más, como se ha visto en todos
los debates que han tenido lugar en los últimos tiempos, en particular el de la
CIG.
¬¿Qué ventaja tiene para España aliarse con EE
UU con el enfado de Francia y de Alemania?
¬España es Europa y nuestra pertenencia a Europa
no tiene parangón con ninguna otra relación. España tiene muy claro que la
Europa que quiere no es una Europa cuya identidad se construya en negativo, en
confrontación o en contrapeso con EE UU. La identidad europea se debe construir
en positivo, sobre valores y principios. Y esos valores y principios los
compartimos con EE UU e, indudablemente, para Europa y para el mundo es de
enorme trascendencia que tengamos una relación estrecha.
La defensa de Europa
¬ ¿Cuál es la postura española ante el embrión de
defensa europea que están tratando de construir Francia y Alemania?
¬ España está en todas las cooperaciones
reforzadas ¬del euro a la justicia¬ que hoy ya existen y, en particular, en la
embrionaria en materia de Defensa. En ese debate de cómo cimentar la defensa, la
política y la estructura de defensa en Europa, la postura española es compartida
por otros muchos países, sin perjuicio de que esto es materia a decidir en la
futura Constitución europea. Hay que recordar que ningún país, por muy
importante que sea o por mucho que la construcción europea no se entienda sin su
presencia, puede monopolizar y aún menos secuestrar la definición del interés
europeo. En esa idea de defensa europea, la mayor parte de los países coinciden
y, por lo tanto, se está avanzando hacia un consenso.
Israel y Palestina
¬Cuando empezó la guerra de Iraq, los motivos
aducidos fueron la existencia de armas de destrucción masiva y que Sadam había
hecho caso omiso a las resoluciones de la ONU. Una tercera razón apuntaba que
eso era coadyuvar a la resolución del problema palestino que, sin embargo,
atraviesa por uno de sus peores momentos.
¬ Efectivamente, la situación del proceso de paz
está estancada. Es una responsabilidad de todos apoyar la reanudación del
proceso. España tiene una participación activa en el marco de la UE y en las
relaciones bilaterales en apoyo al desarrollo del Plan de Paz, aunque debemos
ser conscientes de los tiempos. En este sentido, las conversaciones que he
tenido ocasión de mantener estos últimos días con distintos interlocutores,
desde Simón Peres al Ministro Palestino para las Negociaciones, Saeb Erekat,
desde ministro egipcio Maher, al jordano Moasher, hacen albergar cierta
esperanza sin que haya que echar las campanas al vuelo
¬¿No considera un avance que alguien frene a
Sharon en la construcción del muro y en los bombardeos arbitrarios de población
palenstina, algo que el derecho internacional no permite?
¬La posición de España sobre esas cuestiones es
muy clara. Respecto al muro, creemos que todo gobierno tiene, no sólo el
derecho, sino la responsabilidad de tomar todas las medidas necesarias para
asegurar la mayor protección de sus ciudadanos frente a los ataques terroristas
y, en ese sentido, la sociedad israelí está inmersa en una situación grave. Con
esa misma firmeza, el Gobierno español, hace tiempo que viene defendiendo con
palestinos e israelíes, en la UE y en los distintos foros internacionales, que
no se puede establecer una barrera, un muro o una valla cuyo trazado no es
compatible con el derecho internacional y que, además, desde el punto de vista
político, dificulta enormemente la concepción de un estado palestino viable.
Luego están los aspectos humanitarios, las personas a las que el muro les divide
sus tierras, les separa de sus familias.
Constitución europea
¬¿Finalmente se va a aprobar la Constitución
Europea?
¬Yo espero que sí. Esta es la apuesta del
Gobierno y hemos trabajado mucho en ese sentido. El proyecto que está ahora
sobre la mesa, el de la Convención, con las modificaciones que se han ido
introduciendo, realmente responde a lo que son las demandas de los ciudadanos.
Refleja ese anhelo de dar un paso cualitativo. Porque esta Constitución, en
realidad, sigue siendo un tratado internacional, aunque es importante que la
llamemos simbólicamente Constitución. Hasta hace unos años, Constitución y
Europa eran dos palabras que daba miedo pronunciarlas juntas. Ahora, ya están en
boca de todos con normalidad.
¬¿Cree que los ciudadanos se van a sentir más
identificados con Europa a partir de la aprobación de esa norma?
¬ Francamente sí, porque el proyecto que
debatimos incorpora buenas propuestas en aquellos temas que preocupan a los
ciudadanos: en la lucha contra el terrorismo, contra la inmigración ilegal y el
crimen organizado, en la existencia de un sistema europeo más eficiente en
materia mercantil. Por citar un ejemplo concreto, actualmente no es fácil, pese
al euro, cobrar una deuda dictada por una sentencia en otro estado miembro. Y
tenemos que solventar cuestiones como esta. Por otro lado, el ciudadano quiere
ver más Europa en el plano internacional. En la Constitución también se da un
salto importante con la creación de un Ministro de Asuntos Exteriores. Por lo
tanto, confío en que acordemos pronto la Constitución que incluya además un buen
arreglo en los aspectos institucionales.
¬Pero al ciudadano también le preocupa si España
va a tener un peso real en Europa o si va a estar manejada por Francia y
Alemania.
¬Evidentemente, y por eso, sin perjuicio de la
apuesta del Gobierno por acordar la Constitución, que nos parece que tiene cosas
extraordinariamente favorables y constructivas, España no acepta la propuesta
del señor Giscard D´ Estaing. Primero, porque no es buena para Europa por algo
que usted apuntaba, y es que corremos el peligro de que cree tensiones en el día
a día del funcionamiento de la UE, porque da una voz excesivamente preponderante
a unos pocos países y deja en la irrelevancia al resto. Hay que entender que no
se trata de constituir minorías de bloqueo, sino de tener capacidad de
influencia y esto es lo que este sistema hace mucho más difícil
¬Además, está el problema de la entrada de
Turquía en la UE, una prioridad para España.
¬Con el sistema institucional propuesto por el
señor D´ Estaing, la entrada de Turquía se dificultaría, porque indudablemente
Turquía, por cuestiones demográficas, tendría un peso absolutamente
preponderante a la hora de definir el interés europeo y esto sería algo muy
chocante para los ciudadanos de nuestros estados miembros. Volviendo a España,
lo que hemos obtenido es fruto de los negociado con los 24 países que serán
miembros de la UE. En ese acuerdo, que es el Tratado de Niza, a España le
corresponde un coche de 100 caballos, y nadie puede pretender que acepte ahora
pasar a tener un coche de 60 caballos.
Marruecos
¬Hay quien dice que tal y como están las relaciones
personales entre los mandatarios mundiales, el único país en el que son
necesarias las relaciones diplomáticas es en Marruecos. ¿Cuál de los planes de
Marruecos para el Sahara va a apoyar España?
¬La solución de la cuestión del Sahara para
España representa un interés moral y ético. España ha mantenido la necesidad de
un acuerdo de las partes, desarrollado por ellas. A partir de ahí, yo le
recuerdo que la resolución del Consejo de Seguridad que respalda el plan Baker,
fue aprobada por la unanimidad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad bajo
la presidencia española del Consejo, y con nuestra activa participación, lo que
por cierto, nos valió más de una crítica. Marruecos ha dado indicaciones de dar
pasos en la buena dirección, en lo que es un proceso abierto que, desde luego,
España como miembro del Consejo de Seguridad y como país interesado en que las
partes alcancen una buena solución ¬incluidos los saharauis¬ seguirá con
atención su desarrollo.
¬El otro día Bush reiteró la defensa de los
ataques preventivos cuando considerara unilateralmente, que eran necesarios.
¿qué opina España?
¬La opinión de España en esta cuestión está
enmarcada en el documento sobre la Estrategia de Seguridad Europea, el llamado
documento Solana.
¬¿El Ministerio va a cambiar finalmente de sede?
¬El Ministerio de Asuntos Exteriores se trasladó
al edificio de la Plaza de Marqués de Salamanca, después de que éste había
estado cerrado mucho tiempo y, por tanto, con un mantenimiento deficiente. Muy
pronto se detectan algunas emanaciones que si bien están dentro de los márgenes
de salubridad marcados por el ordenamiento, siendo instalaciones hábiles para el
trabajo, resultan desaconsejables. Se han venido haciendo estudios con toma de
muestras en todo el edificio, que varían entre verano e invierno, hasta que ha
llegado un momento en que la autoridad ha establecido la conveniencia de un
traslado.
¬Un traslado a una zona que ha generado no pocas
protestas por el personal del Ministerio, diplomáticos especialmente.
¬Insisto en que a pesar de que el nivel de
salubridad está dentro de los márgenes establecidos, hay que resolver esta
situación. Aprovecharemos la remodelación para acondicionar las instalaciones a
lo que tiene que ser el Ministerio de Exteriores de España del S. XXI y eso es
una obra larga. Nadie tiene ningún interés en salir de Salamanca, porque tiene
muchas ventajas, pero hay que abordar una situación que requiere una respuesta
rápida y eficaz.