ZAPATERO, ¿POR AHORA?
Artículo de Ignacio Villa
en “Libertad Digital” del 20.06.2003
Con un muy breve comentario al final:
FRANCAMENTE, NO LO ENTIENDO (L. B.-B.,
21-6-03)
La última sesión de control al
Gobierno, en el Congreso de los Diputados, ha sido una de las
más intensas y duras en lo dialéctico de la presente legislatura. El
presidente Aznar se empleó a fondo con Zapatero y Llamazares con la crisis de
la Asamblea de Madrid como centro de atención. Dureza, contundencia y claridad
de un presidente del Gobierno que ofreció una imagen de seguridad sobre una
polémica, que habrá venido bien para que espabilen unos cuantos dirigentes del
PP. Pero dicho esto, hay que añadir que precisamente esa intensidad de la
sesión de control ha dejado algo escondida una afirmación del propio Aznar, que
enunció de pasada una inquietud que comienza a generalizarse. Al presidente del
Ejecutivo enzarzado con el secretario general del PSOE se le ¿escapó?: "En
efecto señor Zapatero, por ahora, es usted el que me pregunta a mí, sólo por
ahora".
¿Qué quiso decir Aznar con ese "por ahora"? En efecto, todos sabemos
que el presidente del Gobierno no desliza afirmaciones de ese calibre por una
simple casualidad. Tampoco suele tener "lapsus" dialécticos que estén
fuera de lugar. Aznar ha querido poner el dedo en la verdadera llaga que tiene
ahora mismo el Partido Socialista: las deficiencias del liderazgo interno del
secretario general de los socialistas, su incapacidad real para poner orden en
su partido y la pérdida constante de credibilidad de un discurso que en los
momentos complicados se desmorona estrepitosamente. El presidente del Gobierno
con ese "por ahora" reconoce públicamente que en el Ejecutivo
comienza a existir el interrogante sobre el futuro de Zapatero, comienzan a
aparecer las dudas sobre sí el actual líder de los socialistas será capaz de
llegar con una cierta prestancia a las elecciones del año 2004.
Y es que el panorama interno que ahora mismo tiene Rodríguez Zapatero es
desolador. Las elecciones del 25 de mayo han dejado en evidencia todas las
miserias políticas que el PSOE lleva intentado tapar desde hace tiempo. Hasta
ahora los dos grandes problemas que tenía la dirección de Ferraz eran los
discursos fuera de guión de Pascual Maragall y Odón Elorza.
Dos discursos que rompían cualquier estrategia creíble de quién dice ser un
partido nacional, dos discursos a los que el propio Zapatero intentaba quitar
importancia insistiendo que en el PSOE se permitía y fomentaba la variedad. El
problema ahora es que, al consentir, han crecido "variedades" en los
sitios más insospechados e imprevisibles. Y aunque la crisis institucional de
la Asamblea de Madrid está tapando otras cuestiones, Zapatero tiene otras tres
vías de perdida de agua: en Navarra donde concejales
socialistas han pactado, aquí y allá, saltándose a la torera las directrices
del Pacto antiterrorista; otra vía de agua es el País Vasco, donde la dirección
del PSE está enfrentada por la imposición del Pacto con el PP en Álava, y ahora
nos llega el motín del socialismo alicantino contra el responsable socialista
en la Comunidad Valenciana, Juan Ignacio Pla. En fin un auténtico ejemplo de como no se ejerce la disciplina, el liderazgo y las normas
de funcionamiento interno de un partido. Y todo esto, sin contar, con la crisis
de la FSM, en donde el paso de los días va clarificando que el verdadero
problema de la cuestión es la implicación y el consentimiento desde la
dirección regional y federal de la presencia de diputados como Tamayo y Sáez en
unas listas electorales. El PSOE insiste que hay una trama, y tiene razón, pero
la trama está dentro de su partido y desentrañarla significará un auténtico
terremoto en la calle Ferraz.
En fin, con esta descripción rápida de las "patatas calientes" que el
señor Zapatero no consigue solucionar, se entiende perfectamente ese "por
ahora" utilizado por Aznar y que pone fecha de caducidad al secretario
general del PSOE. Además, los malos resultados del 25-M, digan lo que digan,
ahondan más sí cabe estas dudas sobre el futuro de Zapatero. Dudas que hasta en
el propio PSOE comienzan a surgir. Por todo ello, el Debate sobre el Estado de
la Nación, que se celebrará en algo más de diez días se presenta como crucial
para el líder socialista. Si de ese Debate, Zapatero sale maltrecho, el futuro
se tornará muy negro. Y tal como están las cosas, maltrecho saldrá. La duda
está en saber sí será ya la puntilla definitiva. ¿Zapatero?, sí, pero sólo por
ahora.
Muy breve comentario:
FRANCAMENTE, NO LO ENTIENDO (L. B.-B., 21-6-03)
Estos días aparecen
diversos artículos en la prensa anti PSOE acerca de la crisis del liderazgo del
partido socialista. Conviene leerlos, pues señalan un fenómeno real.
Durante estos pasados
meses, al ver las actuaciones públicas de Rodríguez Zapatero, o Caldera, o
Blanco, o algún otro miembro de la dirección del PSOE, me sentía profundamente
deprimido e irritado, porque no entendía cómo podían estar actuando tan cerril
y torpemente. Han medido mal todo: la situación general, los ritmos, las
alianzas, las políticas. De manera que han llegado a este punto final de crisis
sin ni siquiera intentar echar el freno, culeando y derrapando sin control. Y
es una pena. No sé si Rodríguez Zapatero tendrá la posibilidad y voluntad de
rectificar el rumbo, pero debería intentarlo, si quiere dirigir al PSOE hacia
algún objetivo positivo. Es una pena que un hombre en el que tantos pusimos
tantas esperanzas se haya dejado ir hasta esta penosa situación. Le deseo lo
mejor, porque es una buena persona y un líder muy aprovechable, pero se ha
equivocado totalmente. No sé qué factores poderosos pueden haber influido en
ello. La crisis total se intuye, y debería tomar medidas de rectificación del
rumbo radicales e inmediatas. Necesitamos un PSOE estable y fuerte, que vienen acercándose
muy rápidamente peligros muy serios para el país.
Europa comienza a
despertar, ojalá el PSOE lo haga también.